Desde hace algún tiempo, un grupo de fundamentalistas 2.0 y militantes del Facebook comparten, sin mayor ejercicio crítico, videos y declaraciones de la escritora Avelina Lesper, quien define al arte contemporáneo como una gran farsa, o una basura.
La postura de Lesper banaliza y generaliza al arte contemporáneo. Además, por su retórica –que emociona mucho a iniciados– y su disfraz de políticamente incorrecta es endiosada por sectores anacrónicos y autoritarios.
Ella denomina “VIP” (videoarte, instalación y performance) a todos esos productos culturales –y agentes– que han desterrado de los museos a la pintura, la escultura y el grabado. Se trata de un juego de palabras que evoca el rechazo a las vanguardias históricas durante el siglo XX.
Para esta escritora, el placer se vincula a la inspiración, el goce y la belleza de los grandes maestros. Además, el arte debe alejarse del discurso.
Ciertamente, una estrategia onanista de marketing, la cual es decadente y no suma, solo resta.