Dante Trujillo es autor del libro 'Una historia breve, extraña y brutal'.
Dante Trujillo es autor del libro 'Una historia breve, extraña y brutal'.

Su madre nació el 36 en . No acabó el colegio. El padre de ella trabajaba con cuero y migraron al Perú gracias a un contrato para la tienda Bata en Lima. Eran tiempos de la posguerra, había que huir de la crisis. Eran republicanos con Franco en el poder y a uno de los hijos ya le tocaba asistir al servicio militar, y servir a Franco no era una opción.

La familia de su padre, terratenientes, dejó Huánuco para buscar una mejor educación en Lima. Tuvo una pequeña fábrica de pintura industrial. “No eran personas interesadas en cuestiones históricas o culturales. Eran gente práctica, por llamarlo de alguna manera”, me explica el hijo para trazar la geografía familiar.

Asegura que desde niño ya le interesaba la historia. Tal vez un referente fue su abuelo materno, un buen contador de historias. Hasta que, a los 12 años, en sexto de primaria, tuvo al frente una imagen que lo impactó, ocurrió en la clase de Historia del Perú. En la instantánea estaban dos hombres colgados de las torres de la catedral de Lima en la Plaza de Armas, Tomás y Silvestre Gutiérrez. Esa imagen sobrevivió al tiempo y ahora, ya formado en Literatura, busca reconstruir en una suerte de collage histórico los días de ese cruento momento de julio de 1872. Una historia breve, extraña y brutal (Alfaguara, 2022) logra amplificar las historias alrededor de aquella rebelión, magnicidio y barbarie colectiva.

Nos encontramos en el Parque Reducto número 2 de Miraflores, que en 1881 fue uno de los puntos de resistencia a la avanzada chilena sobre la capital, nueve años después de la rebelión de los militares. Es jueves y hasta las 11 de la mañana hay una aparente calma.

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-Hace 142 años aquí se vivió la toma de Lima chilena, y hoy (ayer) es la publicitada ‘toma de Lima peruana’.

Este lugar era bastante más grande. Había un bosque. Y Ramón Ribeyro, que es el bisabuelo de Julio Ramón Ribeyro, era un jurista que se hizo cargo y que también tuvo que ver en la época de Balta. Muchos vecinos no tienen conciencia del lugar en el que están.

-Y probablemente se sepa menos de los hermanos Gutiérrez. De 10, uno tal vez.

Y lo que se tiene es una idea muy gaseosa, confusa. Lo que marca es la fotografía (de ellos colgados en la Plaza de Armas), que es con lo que la gente asocia. Mucha gente cree que solo fue un acto de justicia, la versión oficial dice: Lima actuó en recuperación de la democracia y ajustició a unos bárbaros. Es curioso, ahora que mencionas a este parque, había esta idea sobre la falta que hicieron los Gutiérrez en la guerra con Chile.

Relato histórico alrededor de la rebelión de los hermanos Gutiérrez.
Relato histórico alrededor de la rebelión de los hermanos Gutiérrez.

-El caso de los Gutiérrez parece una historia mínima a lo lejos, pero cuando te acercas me atrevería a decir que es como una bisagra histórica.

De todas maneras es una bisagra, porque se acaba el primer militarismo con Balta y asciende el primer civil de la historia, Pardo, que no solo era el primer civil sino también del primer partido organizado. Pardo se había preparado para ser presidente. Se avizoraban nuevos tiempos, pero no salió nada como se esperaba. Después de la rebelión de los Gutiérrez hubo una especie de pacto, que me parece fue de silencio y de vergüenza para acallar esa situación, pero sí era algo de lo que se hablaba.

-También noto una cierta bipolaridad política. Pardo logró asumir, pero se le hizo muy difícil gobernar.

Estoy seguro de que la rebelión de los Gutiérrez le pasó factura. Los limeños sí sabían lo que había ocurrido. La gente de puertas para adentro hablaría de la salvajada que hizo el civilismo. La crisis económica que dejó Balta era un descalabro. La gente quería soluciones. La expectativa con Pardo era altísima.

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-¿Por qué se sabe poco de ese momento?

Me imagino que tiene que ver con ese pacto que te decía, de vergüenza y silencio.

-¿Y por qué ese pacto?

El proyecto de Lima que se imaginaba una ciudad de avanzada, la capital del Pacífico, que se afrancesaba, que tenía esta mirada puesta en lo que ocurría en Europa, que no se concebía a sí misma como una salvaje...; más bien, había esta idealización palmista de esta Lima pícara, culta. Creo que, como lo que estamos viviendo hoy en día, somos muy permisivos con la violencia, no nos escandaliza tanto, nos escandaliza en la medida de que nos afecta a nosotros. En la prensa casi no se tocó ese tema para lo escandaloso que fue, tres días después ya nadie hablaba del tema, hubo ópera el sábado siguiente. Yo creo que se sintió mucha vergüenza y dijeron: “vamos a hacernos todos los huevones, vamos a ponerlo debajo de la alfombra y vamos a enfrentar esta nueva era civil”. De hecho cuando vino Pardo, el 27, cruzó la Plaza de Armas que todavía humeaba (por los cuerpos calcinados de los Gutiérrez) y dijo algo así como que “fue un acto de barbarie, pero un acto necesario”, y ya, se acabó.

Dante Trujillo es autor del libro 'Una historia breve, extraña y brutal'.
Dante Trujillo es autor del libro 'Una historia breve, extraña y brutal'.

-¿Y seguimos siendo así?

Yo creo que sí. Somos permisivos con la violencia hasta que nos embaraza.

-Hasta que hay muertos en Lima.

Hasta que hay muertos en Lima. Ahora, los Gutiérrez eran unos ‘otros’. En el libro hay muchas referencias al pueblo de Lima y al populacho. Lo que ahora sería el vecino y el poblador. Había un clasismo natural, ni siquiera tan mal intencionado. Los ‘otros’ no tienen nombre, son el populacho, esa masa informe. La ciudad dice: “Esta fue una salvajada de indios, yo no quiero ni verla, es asunto de ellos, y sigo mi vida”. En ese sentido, somos permisivos con la violencia, como somos permisivos con los 50 muertos de ahora y sigue ocurriendo como si nada. Lima ha cambiado, pero hay rasgos que se mantienen de cómo éramos hace 150 años.

-Esta misma expresión “toma de Lima” nos manda al siglo XIX.

Entiendo que es una cuestión simbólica, pero hay quienes traen de vuelta a Matos Mar y te dicen: ¿Qué toma de Lima, si Lima ya fue tomada hace 50 años?

-Más allá de lo simbólico, también leo este discurso contra ‘lo limeño’ como si fuera una Lima señorial, pero en San Juan de Lurigancho hay más de un millón de limeños. ¿Esa Lima no existe? ¿Solo existe el limeño de Miraflores o San Isidro? Parece un discurso que se pisa la cola.

Exactamente, pienso lo mismo, sí. Es un clasismo finalmente, a veces bien intencionado, bien pensante, pero es torpe y poco conducente.

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-¿La crisis actual de los partidos políticos podría tener una raíz en esa fundación del civilismo como primer gobierno, un comienzo que estuvo bañado de sangre o estoy forzando mucho el asunto?

Para rastrear bien las taras del país y del sistema político hay que retroceder hasta 1820, hay que leer el libro de Gustavo Montoya y Carmen Mc Evoy que se llama Patrias andinas, patrias citadinas. Esa década fue... Todo estaba ahí. Toda la miseria política ya estaba en el germen de la República. Más bien, el nacimiento del civilismo sí me parece que fue un avance y sí estoy de acuerdo con que Pardo era una persona predestinada para gobernar. Tenía todo para ser un gran gobernante, el contexto no lo permitió y tampoco era un santo.

-¿Qué había en el chico de sexto de primaria que se encuentra con la imagen de los Gutiérrez y que eso lo marca?

Voltear y no saber nada más al respecto me parecía asombroso. Me parecía como falso y no había notado la falsedad propiamente dicha de la imagen. Las pocas veces que encontraba algo sobre el tema lo iba como reteniendo y hablándolo de vez en cuando, pero es algo que muy poca gente conoce, o cuando lo mencionan lo hacen mal, como Otárola el otro día o Alan García en su momento. Es como un trauma y el silencio alimenta el trauma. Veinte años más tarde se dio la batalla de Lima entre los pierolistas y los caceristas donde murieron 3 mil personas en un día en el Centro de Lima, y nadie conoce esa historia tampoco, tuvo que haber un armisticio para llevarse los cadáveres. Y otra vez, decidimos olvidar porque nos da vergüenza o terror.

-El cliché dice que la historia enseña a no repetir nuestros errores.

Los clichés por serlo no dejan de tener un fondo de verdad. Hay que leer la historia.

-Y leer la historia con ojos de las historias.

Hay que mirar la historia oficial con ojos críticos y tratar de ver la multiplicidad de versiones que hay de cualquier relato.

AUTOFICHA:

- “Soy Dante Fernando Trujillo Ruiz. Tengo 49 años. Nací en Lima. Estudié Literatura en San Marcos y soy magíster en Literatura comparada y crítica cultural en la Universidad de Valencia, y tengo estudios de maestría en Gestión cultural. He publicado tres libros, uno es digital”.

- “Dirijo una empresa de desarrollo de contenidos llamada Solar, escribo para Jugo de Caigua, que es algo que realizo con el escritor Gustavo Rodríguez y un grupo de gente, es una cooperativa. Y otra vez sacaré Buensalvaje la revista, para fines del verano”.

- “Acabamos la primera fase del proyecto de recuperación de la biblioteca de Jorge Basadre en Tacna, y lo que sigue es la digitalización. Y estoy escribiendo algo con una base histórica importante; hay mucho del siglo XIX que me parece apasionante. Me encantaría hacer una biografía de Leoncio Prado”.

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Karerina Bayona

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