“Mi generación ha sido una ruptura. Vivimos el día a día y no nos interesa la política, por lo menos no como la generación de nuestros padres y abuelos”.
“Mi generación ha sido una ruptura. Vivimos el día a día y no nos interesa la política, por lo menos no como la generación de nuestros padres y abuelos”.

De puerto a puerto. De La Habana al Callao. En 2016, el cubano pisó suelo chalaco y organizó su primera exposición en el Perú. Fue en Monumental, en el casco histórico. Llegó y se quedó, quizá, como él dice, porque Perú y Cuba están cortados por la misma tijera, conquistados por la misma sangre.

Es crítico de arte y curador, pero afirma que no tiene aptitudes para pintar. Tal vez la semilla por el arte fue sembrada cuando su abuela lo llevaba a los museos de La Habana y él tenía 12 años. Asegura que el talento nace y se modela. En la secundaria realizó su primer trabajo sobre Wilfredo Lam, el Picasso caribeño, y quedó impactado. En la universidad, quiso seguir Arquitectura y como sentía que no tenía destreza para el dibujo, su tesis abordó la historia de la arquitectura cubana.

Dice que en Cuba había cumplido un ciclo, tras ser editor de la única revista de arte cubano de La Habana, luego de hacer varias curadurías en la bienal y realizar más de una decena de exposiciones. Hoy, desde Magdalena, trabaja en la curaduría de dos proyectos paralelos a la feria ARCO en Madrid. “Siempre cierro ciclos. Así decidí explorar otros terrenos”, señala el nieto de un militar que estuvo con Fidel Castro en el tiempo de la revolución.

¿Qué se extraña de Cuba?
La familia y los amigos. Se extraña el concepto de amistad.

¿Es un concepto de amistad que no ves en Perú?
No lo he encontrado aún.

Lo pregunto porque presiento que, por el contexto en el que se vive en La Habana, las relaciones personales son más intensas. Acá vivimos pegados al celular y estresados en medio del tráfico.
En Cuba, hace poco se implementó Internet en los celulares. Ibas con un grupo de amigos a una fiesta o un café y no estabas pendiente de tu celular. Estábamos como paralizados en el tiempo, ajenos a lo que sucedía a nivel internacional. Y sí nos enfocábamos más en disfrutar el momento con las amistades.

“El crítico de arte legitima a los artistas. El crítico tiene una voz y el público la acepta o no. En cada exposición trato de romper esquemas, de no repetir", señala González (Juan Ponce/Perú21).
“El crítico de arte legitima a los artistas. El crítico tiene una voz y el público la acepta o no. En cada exposición trato de romper esquemas, de no repetir", señala González (Juan Ponce/Perú21).

¿Y qué es mejor?
No sé qué decirte, porque soy de una generación donde la tecnología es fundamental. Hoy si me quedo sin Internet, no sé qué haría de mi vida (risas).

¿Es cierta la afirmación de que los nuevos cubanos están cambiando a Cuba?
Mi generación ha sido una ruptura. Vivimos el día a día y, la verdad, no nos interesa la política, por lo menos no como la generación de nuestros padres y abuelos.

¿Esa generación reconfigurará el espíritu cubano?
El espíritu cubano está, pero no nos preocupamos por lo político. En nuestra mente está hablar de arte o de otras problemáticas.

Pero en el arte se tocan los temas políticos.
Sobre todo en el arte de los ochenta y noventa. Pero hoy muy pocos artistas jóvenes cubanos tocan el tema de la política. Hay obras que cuestionan el ser cubano y cómo vivir en Cuba, pero eso está en una tercera o cuarta lectura de la pieza de arte.

¿Qué es ser cubano hoy?
Es un concepto bien difícil.

¿Dónde está la identidad del cubano?
En ser alegre y sociable.

¿El ser cubano tiene que ver mucho, por ejemplo, con la música?
Con la cultura en general. Una de las cosas del triunfo de la revolución es que Fidel planteó la cultura y la educación como fundamentales. Sin cultura no hay nación. Y, en ese sentido, en Cuba es culta hasta la persona que ni siquiera terminó la primaria. Y acá en Lima sí he sentido ese vacío: solo la élite va a las exposiciones. En Cuba hasta la persona que no sabe nada de arte entra a una galería y trata de deconstruir el significado de la obra.

Eso parte desde la educación.
Se debe incentivar que a las galerías vaya todo tipo de público y no solo la élite que siempre estamos acostumbrados a ver.

¿Dónde se cambia: en la galería, los artistas, en el colegio?
Primero en el colegio, donde deberían implementar ir una vez al mes a un museo o galería. Lima tiene grandes museos. En Cuba, desde primer grado de primaria ya te enseñan qué es una obra, un óleo, los grandes artistas cubanos y luego ya te hablan de danza, teatro, fotografía. Y en casa, mi abuela me llevaba a museos.

¿Por qué debemos entender que la cultura es importante?
La persona sin cultura no es nada, es como si no existiera. La falta de cultura hace que las cosas a veces salgan mal a nivel de país.

"La persona sin cultura no es nada, es como si no existiera. La falta de cultura hace que las cosas a veces salgan mal a nivel de país", señala el crítico y curador de arte (Juan Ponce/Perú21).
"La persona sin cultura no es nada, es como si no existiera. La falta de cultura hace que las cosas a veces salgan mal a nivel de país", señala el crítico y curador de arte (Juan Ponce/Perú21).

Dices que no tenías aptitudes para pintar.
Así es. Por eso digo que el crítico de arte o historiador del arte es como un artista frustrado.

¿Qué es ser crítico de arte?
El crítico legitima a los artistas.

¿Y el público tiene que hacerles caso a los críticos?
El crítico tiene una voz y el público la acepta o no.

El curador también es crítico de la obra artística.
La curaduría es la selección de las piezas de un artista. El artista te llama y te dice: tengo mi muestra y estas son las piezas. El curador traza la línea temática y se comienza a trabajar. Según el espacio, se selecciona un número de piezas y en el lugar se crea todo un diálogo para que el espectador comprenda la muestra.

¿El crítico y/o el curador también son creativos?
Cada exposición que hago es mi proceso creativo. En el análisis y en la crítica está mi creación.

¿Te asumes como creativo?
Así es. En cada exposición trato de romper esquemas. Trato de no repetir. Ahí está la parte creativa.

¿Volverás a Cuba?
Sí. Pienso ir en abril a la bienal.

¿Qué sientes por Cuba?
La extraño. Son tantos sentimientos. Tanto tiempo sin ir a la raíz. En la isla comienza todo.

Autoficha: 
- “Tengo 30 años. Estudié en la Universidad de La Habana y logré una licenciatura en Historia del Arte. Viví en Nuevo Vedado, que es el último barrio que se construyó antes de que triunfe la revolución. En Lima he curado unas nueve muestras, entre colectivas y personales. Y en Cuba, unas 13”.

- “También hice una muestra en California, EE.UU., con 17 fotógrafos americanos. Recientemente, publiqué mi primer libro de arte latinoamericano, que se llama 'Latinoamérica Circuitos del Arte', que es como un catálogo. También soy profesor y este año estaré en ART Lima”.

“Al Perú representaré en ARCO, Madrid. Están yendo dos muestras paralelas. Una de 13 artistas peruanas para reivindicar el papel de la mujer artista, que siempre está relegada. Y también una performance de Kylla Piqueras. Cualquier país adonde yo viaje representaré al Perú, que es mi segundo hogar”.