Para Cristina Valentina, la decisión de ser cantante y compositora siempre tuvo idas y venidas. Empezó a cantar muy pequeña en un entorno familiar muy musical y hasta tuvo la oportunidad de participar en un congreso mundial de jazz para jóvenes en cuando apenas tenía 14 años. Luego decidió dejar el canto en segundo plano para estudiar otra carrera y, al terminarla, decidió que quería volver a darle una oportunidad al arte y trabajó en su primer disco, All I Know, con canciones en inglés y un sonido fundamentalmente nutrido del soul y el . Ahora prepara su nuevo trabajo discográfico luego de ocho años con un nuevo sonido y canciones en español.

Cuando terminaste el colegio, a pesar de haber tenido algo de experiencia con el canto y ganas de dedicarte a eso, decidiste estudiar otra carrera. ¿Por qué dejaste el canto?

En esa época solo teníamos el Conservatorio Nacional, no había otras instituciones formales para aprender música. Entonces sentía que solo iba a aprender estilo clásico de canto y no me sentía muy afín. Otra opción era aprender de forma independiente o con profesores puntuales y no me sentí lo suficientemente segura ni valiente como para asumir este camino; yo quería algo un poco más trazado. Entonces, dije ‘bueno, estudiaré otra cosa’, y eso fue Medicina (risas).

Y, luego de terminar la carrera, decides dejarla, volver a la música y trabajar en tu primer disco. ¿Ese fue el camino?

Sí, ese momento en mi mente uno no podía hacer bien varias cosas, uno se entregaba a algo y esa era la forma de hacerlo bien. Fue difícil para mí en ese momento aceptar un cambio fuerte de rumbo. Estaba caminando siete años en Medicina para luego ponerlo en pausa y caminar todo lo que, según yo, no hice desde los 16 o 17 años que dejé de aprender y conocerme como cantante. En mi cabeza dije: “Voy a tomarme un año para ver si puedo escribir música”, porque nunca lo había hecho antes, solo había interpretado canciones.

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Es decir, por un momento fue todo Medicina, después fue todo música. Y entiendo que actualmente estás ejerciendo tu carrera y has llegado a un punto de equilibrio con el arte. ¿Cómo crees que llegaste a este estado?

De manera muy orgánica, honestamente; luego del primer año, empecé a trabajar en investigación clínica porque era algo que también me interesaba y, como no tenía guardias, los horarios me ayudaron a poder mantener ambas actividades juntas. Empecé a trabajar en eso mientras terminaba mi primer disco y el balance fue ahí: investigación clínica y música. Luego en los últimos años, desde la pandemia, sentí el llamado de volver a un consultorio por la escasez de médicos y estuve viendo pacientes de leve y empecé a trabajar en investigación, en el área de cannabis de uso medicinal, y también empecé a tener consultas por ese tema.

Tu primer disco tuvo todas sus canciones en inglés y ahora estás por sacar un nuevo trabajo con todos los temas en español. ¿Qué te llevó a ese cambio?

Fue un poco por la pregunta del público: “¿Por qué hacerlo en inglés?”. Y mi respuesta siempre era porque me gusta cómo suena la fonética, porque así aprendí a cantar, pero luego, ya un poco más adentro, me di cuenta de que, en verdad, no sabía cantar en español y me costaba mucho escribir en español. Entonces, me di cuenta de que era un reto muy grande para mí, era un lugar en el que no estaba cómoda, donde había mucho que aprender y donde de repente podía estar aún más vulnerable. Y como cantante, como artista, creo que es lo más valioso, poder dar todo lo que tienes y de esta forma volverlo muy único.

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¿Sentiste que después de tu primer disco había expectativa sobre tu carrera y sobre tus siguientes pasos?

Sí, claro. Yo no me esperaba ese nivel de atención, sí sentí que pronto había mucha expectativa. Ya sea por ver qué va a pasar con mi carrera; algunos me decían que vaya a Estados Unidos y que participe en La voz o que me tenía que escuchar una disquera grande; había esta sensación de que tenía que hacer importante. Quizás yo misma, como había partido de la mentalidad de todo o nada, o Medicina o música, llegar al éxito, al triunfo rápido y no tanto la construcción de una carrera o de algo más cimentado, que creo que al final es lo que he terminado haciendo y por eso hoy me siento tan tranquila, a pesar de tanto tiempo sin sacar un segundo disco. Creo que a veces el frenesí de lograr todo muy rápido puede hacer que también se desmorone rápidamente, no se construye algo muy estable, creo que es el origen de muchos problemas con muchos artistas de distinta índole como la salud mental, todo es muy frágil.

Imagino que sentiste algo de presión de qué hacer después de ese primer disco, sobre todo porque hubo una pausa larga hasta sacar nuevo material.

Sentí esa cosa de “oye, ¿qué pasó?”, como si hubiera pasado algo porque no me firmó Sony o lo que fuera, y yo: “No, no ha pasado nada”. No pasó nada; simplemente, no he sacado nuevo material porque estaba viendo qué era lo que quería decir o hacer. O sea, creo que me tomé muy en serio el hecho de lo que quiero ser más allá del personaje público de Cristina Valentina; lo que realmente quiero es ser una buena cantante y hacer buena música. ¿Qué significa este proyecto musical que está más allá de la fama que uno pueda conseguir? Que el reconocimiento sea por tu música. A veces el público solamente ve la tapa, la parte de la fama o el hit, pero, detrás de eso, normalmente cuando una carrera es larga, hay mucho trabajo. Entonces, no quería que fuera distinto para mí.

AUTOFICHA:

- “Soy Cristina Leguía Alegria, peruana de 36 años. Soy cantante, música y médica cirujana. Mi proyecto musical se llama Cristina Valentina; este año sacaré mi segundo álbum. Mi EP Morir en escena, que salió en junio de este año, es la introducción al disco”.

- “Desde que tengo memoria canto, la música siempre ha sido parte de mi familia, tengo dos hermanos que son músicos profesionales. Creo que en mi identidad como persona siempre me he pensado como cantante, pero luego decirlo hacia afuera, al mundo, es otra cosa”.

- “Decidí llamarme Cristina Valentina (nombre artístico) porque quería cambiar mi nombre como persona natural a lo que pasa en el escenario, porque me daba mucha vergüenza. En ese momento, después de tantos años de estudiar Medicina y decidir ser cantante, me parecía casi delirante”.

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