Gabriela Vera, economista cusqueña que vive en Israel desde hace 12 años.
Gabriela Vera, economista cusqueña que vive en Israel desde hace 12 años.

En marzo de 2020 Israel entraba al confinamiento por el . La llegada de un crucero y los días de la tradicional celebración de Purim fueron de los primeros focos de contagio. Un año después, es un caso de éxito de vacunación en el mundo y la cusqueña Gabriela Vera es una de las personas que ya está vacunada.

Se casó en con un ciudadano israelí, se quedaron un año en Lima y partieron al Medio Oriente. Con pre grado y máster en Economía, lo primero que hizo en Israel fue estudiar hebreo, proceso que lo recuerda como “la tortura más grande”. Empezó cuidando niños, sacando a pasear perros y limpiando casas. Doce años después, es la secretaria de la Embajada de Paraguay y tiene dos hijos, la menor se llama Cori, oro en quechua. “Tengo el acento latino bien marcado y no lo pienso cambiar”, subraya.

Marco su número. En Lima son las 11 de la mañana y en las 6 de la tarde. Vive a 15 minutos en auto de Tel Aviv. Me dice que de niña soñaba con ser flight hostess. Volar, llegar lejos. “Quería salir de mis cerros en algún momento y ahora los extraño tanto”, me dice, ríe y agrega: “te lo juro”.

MIRA: Paola Ugaz: “El Sodalicio tiene un candidato que es Rafael López Aliaga”

-¿Cómo se vive en el país que ya vacunó a la mayoría de su población?

Hasta el momento, el 60% ya recibió la primera dosis y el 30% la segunda dosis. Aún existen personas que están reacias a colocarse la vacuna, especialmente dentro de la comunidad judía ortodoxa. El gobierno los ha incentivado dándoles regalos, ciertos beneficios, pero aun así no quieren. El domingo pasado hemos salido de nuestro tercer cierre y del estado de emergencia, ya con la mayoría de personas vacunadas. Y en la gran mayoría de casos, para ingresar a un establecimiento te piden tu certificado de vacunación con ambas dosis de la vacuna.

-¿En qué casos, por ejemplo?

Cuando vas a un restaurante se nos ha otorgado el pasaporte verde, que indica que estás habilitado para sentarte y comer dentro del lugar. Pero en algunas tiendas y supermercados no te piden.

-¿Qué otras restricciones hay?

La gente ya hace su vida normal, salen a trabajar. Pero usamos las mascarillas por prevención.

-¿Y cuál es el ánimo en las calles?

En un país como este la ventaja es que la gente es bastante organizada y respeta las normas y los códigos. Siempre los vas a ver cuidando las distancias, respetando las normas de salubridad. Por ejemplo, no hay aglomeraciones, no verás en una tienda más personas de las que están permitidas.

-¿Aún hay aforos delimitados?

Sí. Tengo entendido que para hacer reuniones afuera son hasta 50 personas y para hacer reuniones en un local cerrado son hasta 20 personas.

-¿Cine, teatro, eventos al aire libre, conciertos, ferias están permitidos?

Los cines se activarán. Gimnasios han vuelto. Pero actividades culturales aún no. Las universidades están cerradas, pero se retomarán las clases presenciales después del verano, en setiembre. Los colegios funcionan presencialmente en jardines, guarderías y hasta quinto grado de primaria.

MIRA: Ruth Shady al presidente Sagasti: “Por favor, intervenga para que Caral no siga siendo destruido”

-¿Cómo ha logrado Israel convencer a su población para que se vacune?

Estamos cerca a nuestra cuarta ronda de elecciones de primer ministro. Entonces, el ministro actual, Netanyahu, quiere seguir en el puesto y él ha sido el que ha tramitado para conseguir las vacunas de Pfizer. Lo hizo a manera de campaña electoral. Y las elecciones son el 23 de marzo.

-¿Pero se ha tenido que hacer una campaña para convencer a la población de vacunarse?

La gente ya lo estaba pidiendo.

-¿Cómo ha sido su experiencia con las dos dosis de la vacuna?

La primera dosis fue tranquila, pero la segunda se complicó. Ya nos habían advertido que podría haber efectos secundarios. Me chocó bastante durante dos días: fiebre, vómitos, dolor de cabeza. Hace un mes fue la segunda dosis. Me siento bien, más segura. Creo que sí va a funcionar todo esto. Estar vacunada me da la seguridad de poder salir. Pero se recibe la primera dosis y hay que cuidarse. Después de 21 días, recibí la segunda dosis. Pero no sabemos lo que vendrá porque el certificado de vacunación es por seis meses.

-¿No llegó a tener COVID?

No, a pesar de que mi esposo trabaja en una empresa donde hubo un índice de contagio altísimo. No pensé que en un año iba a ver la luz, la vacuna. Es más, todos los países vecinos están sin vacunas. El gobierno israelí ha enviado vacunas a la autoridad palestina.

-¿Qué le diría a alguien que está dudando vacunarse?

Hay que ponerse a pensar que no se trata solo de uno, sino que hay familias y amigos que se pueden contagiar.

-Usted llega a Israel por amor.

Tengo ascendencia judía. Mi abuelo paterno tenía la ascendencia judía. Era un español que huyó de la Guerra Civil y se fue a Perú. En Perú conocí a mi esposo y me vine a Israel para estar con él.

-¿Ha sido difícil adaptarse?

Totalmente (ríe). Más que nada por el idioma. Cuando aprendía hebreo los alumnos eran básicamente rusos, pero los rusos solo se juntan entre ellos. La profesora hacía la mayoría de traducciones a ruso. Encima, la profesora no creía en mí, me ignoraba. En el examen final salí con méritos. El israelí es una persona buena, pero tosca; todo te lo dice gritando. Estudié para no quedarme atrás.

-Y ahora trabaja en una embajada. ¿A qué atribuye su crecimiento?

Perseverancia y ganas de hacer algo con lo que había estudiado.

-¿Qué le ha dado Israel?

Una familia maravillosa. Tener sistemas que funcionan, la gente es educada y respeta. Sabes que el sistema de salud te va a proteger. Sabes que al gobierno le interesas. Pero me siento orgullosa de ser peruana. Lo primero que hice cuando nació mi primer hijo, fue sacarle la nacionalidad peruana. Y en la casa se habla español.

MIRA: Leonardo Torres Vilar: “No es cuestión del Perú, la humanidad está mal diseñada”

AUTOFICHA:

- “Soy Gabriela Vera Binenboim. Nací en 1980, en la ciudad del Cusco, en el barrio magisterial. Fui estudiante del colegio Santa Ana, economista con un MBA en Economía en Desarrollo Sustentable. En Israel seguí un curso de logística en la Universidad de Bar-Ilan”.

- “También he estudiado un curso de formación de profesores para enseñanza de español. En algún momento enseñé español. Trabajo en la Embajada de Paraguay, antes he trabajado en la Embajada de Perú, hasta el 2018. Tengo dos hijos, el mayor de 5 y una bebé de siete meses”.

- “Desde inicios de 2019 no voy al Perú. Tenía planeado viajar para el Bicentenario. A corto plazo me pondré a estudiar una carrera corta, algo técnico, algo relacionado con números; y me veo trabajando en un banco como gerente general (risas). En Perú llegué a trabajar en el Banco del Trabajo”.

ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR

Llamada a Ítalo Cassinelli
Llamada a Ítalo Cassinelli

TE PUEDE INTERESAR


TAGS RELACIONADOS