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Redacción PERÚ21

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Es natural que en un país donde el arte de la entrevista suele ser reducido a una limitada gama de fórmulas monótonas o a un mero trámite que se apura de cualquier manera, sea muy difícil evocar títulos de libros donde se compilen conversaciones con personajes destacados que vayan más allá de la fugacidad periodística y alcancen la estatura de lo memorable. Puedo recordar Cambio de palabras (1981) de César Hildebrandt, donde varios políticos como Andrés Townsend, Luis Alberto Sánchez o Jorge del Prado, infinitamente más articulados y cultos que los que padecemos hoy en día, sufrían ante las embestidas de un inquisidor que hacía de cada pregunta un agudo reto pugilístico. También es dable mencionar Peregrinos de la lengua (1997), selección de entrevistas de Alfredo Barnechea con maestros absolutos de la literatura latinoamericana como Donoso, Borges, Paz o Vargas Llosa, en las que el inquisidor nunca pierde el tipo ante los tótems a los que tiene que enfrentar. Hay algunos ejemplos más, pero en el balance la cosecha no es, en definitiva, lo abundante que debería.

Alonso Rabí do Carmo (Lima, 1964) tiene varias décadas dedicadas al periodismo y a la literatura. Ha publicado tres breves poemarios (Concierto en el subterráneo, 1992; Quieto vaho en el espejo, 1994; En un purísimo ramaje de vacíos, 2001) y es un nombre habitual en las secciones culturales de diferentes diarios de la capital. En esta oportunidad reedita Animales literarios, volumen en el que antologa a distintos escritores de relieve internacional, añadiendo nuevas presencias con respecto a la primera edición de 2008.

Animales literarios es un libro desigual. El éxito de una entrevista casi siempre tiene que ver con circunstancias tales como la predisposición del asediado, la química que se puede llegar a generar con él, el tiempo y el lugar donde esta se realiza. Convertir estas circunstancias en elementos favorables depende de la sagacidad del interpelador. Rabí demuestra la suya cuando está frente a José Saramago en una de las mejores entrevistas del libro: el nobel portugués despliega su relación con la poesía, su método de trabajo, sus observaciones políticas y otros temas que van brotando en ágil contrapunto con el entrevistador. Igual de meritorias son las conversaciones con Laura Restrepo –en ella Rabí demuestra olfato al perseguir una respuesta a medias y persistir en ella, logrando una respetuosa tensión entre ambos–, la de Sergio Ramírez o la aceptada por Gerald Martin, sustanciosa, equilibrada y entretenida.

Las entrevistas del libro de Rabí están acompañadas de textos introductorios en los que se narran los entretelones de cada encuentro con los escritores participantes. En general suelen ser acertados y amenos, pero a la vez sirven como rasero para cada una de las piezas que lo conforman. En algunas ocasiones son más interesantes que las entrevistas que anteceden, como es el caso de la de Leila Guerriero, algo árida y derivativa, o las de William Ospina y Juan Bonilla, cuya irregularidad se debe a preguntas intercambiables para cualquier entrevista literaria que reciben, como suele suceder, respuestas intercambiables para cualquier entrevistador, lo cual les arrebata originalidad y la profundidad que prometían. Esperamos que aparezca pronto la segunda parte del proyecto, destinada a los autores peruanos.

ALONSO RABÍ DO CARMO

  • Animales literarios
  • Estruendomudo, 2016. 268 pp.
  • Relación con el autor: cordial y laboral .
  • Puntuación: 3 de 5 estrellas.

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