Han pasado casi 28 años desde que Héctor Buitrago, en el bajo, y Andrea Echeverri, en la voz, formaron . Y hoy son una banda referente del rock colombiano y latinoamericano. Fueron parte de una generación dorada y ahora también son protagonistas del buen momento de los sonidos alternativos en la región. Se presentarán este sábado en el Solaris Festival, pero antes conversamos con Buitrago, de su primera banda, La Pestilencia; sobre reggaetón; de política y, por supuesto, de los creadores de “Florecita rockera”.

¿Dirías que la movida punk te preparó para lo que vino con Aterciopelados?
-Descubrí la posibilidad de que yo también podía armar un grupo. Escuchaba hasta rock progresivo, que lo veía inalcanzable, pero cuando apareció el punk me permitió coger un instrumento y sacar las canciones al oído. Crecí a nivel musical y ya después fui encontrando quién era musicalmente y hacia dónde quería ir.

¿Cómo sumó forjarse en un grupo como La Pestilencia?
-Lo más valioso es poder jugar con las limitaciones y ser atrevido a la hora de componer, de fusionar. Creo que una de las características de Aterciopelados, en sus inicios, fue haber sido atrevidos y lanzarnos a hacer muchas fusiones de manera intuitiva, y eso no creo que lo hubiéramos hecho si habríamos tenido una formación académica porque incluso los músicos que estaban a nuestro alrededor se preguntaban “por qué hacen esto, por qué no lo hacen dentro de la escala”.

¿Por qué deciden formar Aterciopelados?
-Nunca he estado matriculado con ningún género. Queríamos formar una banda con mayores posibilidades creativas, en donde se nos permita incluso echar mano de músicas tradicionales, folclóricas. Era más emocionante. Aquí la escena no existía, no había ninguna expectativa. Era solo el momento que queríamos vivir, ver qué pasaba.

Con la banda alcanzaron algo así como la gloria. Sin embargo, luego vino una suerte de silencio. ¿Qué pasó?
-En el año 2000, cuando íbamos a grabar el disco ‘Gozo Poderoso’, el rock en español empezó a decaer. Aparecieron otros géneros que fueron restando espacio. Los canales de difusión masivos también comenzaron a cerrar sus puertas, a cambiar sus programaciones. Las disqueras tuvieron una crisis que a nosotros nos tocó. Entonces, nos lanzamos por el camino independiente. Así lo hicimos 8 a 10 años, con sus desventajas: que no tienes la gran difusión ni grandes presupuestos. Y en 2010 paramos tres años. Además, estábamos en nuestras inquietudes de llevar ciertos mensajes. Ahora ya con toda la vuelta que ha dado la industria musical, hace dos a tres años volvimos y de nuevo tenemos el apoyo de una discográfica grande. Sentimos que el rock en español tiene un ligero brillo de nuevo. Aunque sabemos que hay otros géneros, como lo urbano y el reggaetón, que tienen toda la atención.

¿Y no han pensado en fusionar con el reggaetón?
-Nos gusta mucho la evolución de la música. Me gusta experimentar. Hemos tenidos ritmos parecidos al reggaetón, como en “Baracunátana”, pero no, el reggaetón es otra cosa. No estamos pensando en hacer ese género. Seguiremos evolucionando con la música que nos gusta.

El reggaetón lidera todos los rankings. Lo tocan desde Shakira hasta Carlos Vives, pasando por Luis Fonsi.
-Pues muchos músicos ahí entran a querer figurar, algunos conservan su esencia, lo que me parece chévere. Otros músicos pierden la esencia y ya no tiene ningún sentido esa experimentación.

Hay quienes critican al reggaetón como un género menor, fácil de componer.
-Es complejo. El reggaetón tiene elementos que no podemos desconocer, hay canciones que han sido número uno a nivel mundial, como “Despacito”, “Mi gente”, temas que por su swing, ritmo, por su producción son contagiosas. Cualquier canción que tenga masividad, que tenga magia va a ser difícil de hacerla, sino todos podrían hacer hits. También siento que el reggaetón es un reflejo de una sociedad, de una época. Aparece porque hay una sociedad hipersexualizada, que está pensando en lo material. Hay problemáticas de nosotros como sociedad.

¿Y dónde está la raíz de esas problemáticas?
-Hay un sistema económico que mira más allá de respetar los derechos humanos, los derechos de la mujer y los derechos incluso del planeta.

Solaris Festival.
Solaris Festival.

Líneas atrás señalaste que sentías que el rock en español otra vez tiene un ligero brillo. Retomemos.
-Afortunadamente, están los nichos y esos nichos permiten que haya una circulación y movimiento de nuevas músicas con mucho nivel. Antes habíamos grupos que llenábamos estadios, pero éramos muy pocos. Ahora la lista es larguísima. En Colombia hay de 30 a 40 grupos con un muy bien nivel y muy auténticos. Antes no teníamos esa diversidad y talento. Los festivales son los espacios que permiten que toda esa diversidad viva y circule.

¿Parte de esa diversidad incluye a la mujer?
-Muchas más mujeres están ahora en el mundo de la música, lo cual es saludable. La cosa está yendo a un equilibrio más sano. Por ejemplo, en el pop anglo escucho más mujeres que hombres. Debe ser una evolución natural. Incluso, las mujeres pueden brillar más en ciertos géneros. También es cuestión de que más mujeres participen y se esfuercen por construir propuestas que sobresalgan por su talento y autenticidad.

Andrea y tú son más allá de músicos, activistas contra la violencia de género, por la igualdad de oportunidades para las mujeres. Sin embargo, “Baracunátana” tiene una letra que, si somos rigurosos, podría ir en contra de esos principios. ¿Han pensado en eso, han dudado en algún momento en tocarla?
-Te entiendo, tienes razón. Ahora, esa canción no es de Aterciopelados y describe una situación en la que una chica engaña a la persona que canta la canción y él se inventa unas palabras para decirle que lo engañó. Pero creo que no agrede a la mujer. Canciones con letras difíciles, densas, han existido siempre en la historia de la música, de todo tipo. Y bueno, la sociedad madura y empiezan este tipo de cuestionamientos, como lo que hizo Café Tacvba al cuestionar “Ingrata”, que me parece válido.

¿Y qué debe hacer el artista en esos casos: autocensurarse o aceptar que es una canción que se compuso en otra coyuntura?
-Es saludable evaluar lo que se está diciendo y cantando. Y si es necesario, tomar medidas. Ahora, si empezamos a analizar la música popular, gran porcentaje de las canciones tendrían que ser censuradas por una u otra razón.

Con Aterciopelados tocaron en uno de los actos por la firma del acuerdo de paz en Colombia. Ha pasado más de un año de ese momento, ¿cuál es tu balance, crees que la decisión de apoyar este acuerdo fue acertado?
-Lo que estamos viendo es que no es fácil. De pronto, al comienzo se pensó que ya la paz estaba cerca. Pero ahora viéndolo con todos los pasos del proceso, se necesita mucho más tiempo. Pero era necesario empezar. Y ahora seguir avanzando, pero va a ser una cuestión de varias generaciones.

Cuesta ver a un grupo armado como partido político y que, finalmente, tenga asegurada su participación en el próximo Congreso.
-Es lo que se está viviendo precisamente en estos días. Esa transición no están fácil, hay mucho dolor que sanar. Hay un 80% del país que opina, pero que no ha vivido la guerra y que calienta más los ánimos y enreda el tema del conflicto. Es muy complejo el escenario.

Este año tienen elecciones presidenciales.
-Uy, eso también está complejo. Hay desencanto con los partidos políticos por la corrupción.

¿Apuestan por alguno de los candidatos?
-Hay políticos que aparentemente se salen de ese molde, que podrían ser Gustavo Petro y Sergio Fajardo, que podría decirse que salen de ese mundo de la maquinaria. Es un proceso difícil.

Horarios del Solaris Festival.
Horarios del Solaris Festival.

Volvamos a la música. Alistan un nuevo disco. ¿Qué se viene?
-Falta entregar siete canciones para la mezcla. El primer sencillo saldría en abril y el disco como tal en mayo. Han pasado 10 años desde que salió ‘Río’, que fue el último disco de canciones inéditas.

¿Qué corte tendrá el nuevo disco: apostarán por experimentar y/o por volver a lo popular?
-Hay un poco de todo. Hay de mirada referenciada, de mirada al futuro, también nos tomamos el atrevimiento de ir de un género al otro, de fusionar. Nos esforzamos en hacer un disco fresco, interesante, con mensaje.

¿Tendrá de cumbia, rock, electrónica?
-Sí, de todo un poquito (risas). Se va a llamar ‘Claro Oscura’.

¿Qué escucharemos en el Solaris?
-Vamos con el formato que en 2017 giró muchísimo. El concierto de Lima será el primero del año.

DATOS:
-Solaris Festival será este sábado 3 de marzo, en el Parque de la Exposición.

-Estarán los nacionales Olaya Sound System, Plug Plug, Diazepunk, Cuchillazo, La Mente, Laguna Pai, Kanaku y El Tigre y Bareto.

-El cartel extranjero lo conforman Miranda!, Gondwana, Los Auténticos Decadentes, Bomba Estéreo, Él Mató a un Policía Motorizado, Carajo, Zona Ganjah y Aterciopelados.

-Entradas en Teleticket. El festival empieza al mediodía.