Arturo Pomar JR: “Las canciones de Arena  Hash nunca se olvidarán”. (Piko Tamashiro/GEC)
Arturo Pomar JR: “Las canciones de Arena Hash nunca se olvidarán”. (Piko Tamashiro/GEC)

1993 fue un año difícil para Arturo Pomar Jr. Falleció su padre, el narrador de noticias Arturo Pomar, y su banda de adolescencia, , se apagó en su mejor momento. Tras varios intentos de caminar en solitario, como músico e incluso actor, llegó el nuevo siglo y migró a Estados Unidos, donde vive actualmente.

El ex Arena Hash es un baterista con problemas de ritmo cardiaco. Su corazón se paró seis segundos en 2013, cuatro días antes de su boda. Vio a la enfermera entrar a su habitación, mirar el monitor y salir corriendo. Sentía que se apagaban las luces. Además de ser diabético, toma una medicina para cuando el corazón se pueda acelerar y lleva un marcapaso que controla la desaceleración.

Hace unas semanas volvió al Perú. Representa a una corporación de restaurantes peruanos en Estados Unidos y vino a hacer labor social. Además, visitó a Pedro Suárez-Vértiz, su amigo y excolega en Arena Hash. Aún recuerda cuando llegaba a su casa del colegio y Pedro lo llamaba por teléfono para mostrarle las nuevas canciones, que se las cantaba desde el baño para tener una mejor acústica. Llamadas que acababan en conversaciones infinitas, tal vez soñando con el futuro.

-¿Por qué te fuiste?

Mi papá falleció en el 93 y a partir de ahí salía de Perú y volvía, hasta que me fui definitivamente en octubre de 2001. En el 99 hice el disco urbano de “Pega” y me fui a EE.UU. pensando abrirme paso.

-¿Cuán doloroso fue ese año 93?

Me resentí bastante.

-¿Por qué?

(Ensaya respuestas, se queda en silencio y piensa en su amigo Pedro Suárez-Vértiz). Porque pariste con él ese sueño. A los 51 años me digo: ¿qué fue de ese Arturo? Era una cosa que te querías comer el mundo.

-Eso se notaba en la banda.

Y logramos hitos. Pero todo eso se quedó a mitad de camino. Menos que a mitad de camino. Me tomó un tiempo mirarme al espejo y decir: “Si eres baterista, toca batería”. Terminé volviendo a tocar con Pedro y con Christian (Meier). Hice novelas mientras tenía giras. A veces hacía show de Christian, luego de Pedro y de ahí a actuar.

-¿Cómo se conocen?

Pedro y yo nos graduamos del colegio María Reina en el 85. Nos conocimos en la secundaria. No teníamos mucho contacto. No estábamos en la misma sección. En segundo de media tuve mi primera batería, que costó 250 soles. En un recreo se me acercó Pedro. Me preguntó si tocaba batería. “Vamos a tocar en la actuación del Día de la Madre. Prepárate”, propuso. Y empezamos a ensayar en el colegio.

-¿Tocaron en esa actuación?

Sí. Tocamos “Cocaine”, de Eric Clapton, y en el público había madres religiosas (sonríe). En ese grupo no había bajista. Patricio estaba terminando primaria. Pero hubo cuatro guitarras. Con Patricio tocamos en la kermés del colegio, pero calculo que fue en tercero de media. Y luego vino el internado: en la parte de atrás de la casa de Pedro estaba el taller de su papá escultor y pintor, pero ya no vivía ahí porque se había separado de su mamá. Tumbamos con una comba una pared para que el cuarto sea más grande. Lo pusimos bonito y nos internábamos para tocar y tocar.

-¿“Difamación” nació ahí?

Así es. Había otra que se llamaba “Vamos a atrapar al Halley”. Tocábamos mucho Stones, Santana. Mi papá me decía: “Te voy a mandar tu cama para allá, porque vives ahí”. Ya luego grabamos “Difamación”, pero todavía estábamos en el colegio, donde pedíamos que llamen a la radio. En papeles poníamos el nombre de la canción, el número de la radio y los repartíamos. Logramos ser número uno en Doble Nueve, donde Manuel Garrido Lecca tenía su programa y Manuel Sanguinetti (dueño de la radio y voz de Traffic Sound) le dijo: “Escucha a estos chiquillos”. Ahí se empezaron a ampliar los horizontes.

-¿Manuel Garrido Lecca le da el sonido a Arena Hash?

Aprendimos sobre cómo llevar tu vena a algo más radiable. Lo aprendimos bien, porque en el primer disco salió “Cuando la cama me da vueltas”, que creo que ha sido –y no sé si será– la canción de una banda peruana que más ha sonado en la radio.

-¿Qué representa Arena Hash para el rock peruano?

Esa pregunta me la ha respondido el tiempo y el público.

-¿Y qué te dicen?

El nombre se ha convertido en un ícono. Pedro Suárez-Vértiz ya no es Pedro sino Pedrito. Eso dice mucho del cariño de la gente.

-¿En este regreso viste a Pedro?

Sí, hemos estado juntos.

-¿Cómo está?

Lo he visto bien. Conserva su ánimo y la broma. Escribe, ha hecho la canción de los Panamericanos, El Musical. Le privaron una ruta, pero empezó a buscar otras y se expresa. Eso es muy loable.

-¿Qué le has dicho?

No somos de decirnos “te quiero”. Es tácito. Era pasar un rato chévere, reírnos. Terminamos comiendo pizza. Me alegra aprender de él. Es admirable cómo lleva el asunto, es para ponerle un monumento. Lo agarraría del hombro y le diría: “¡cómo te admiro!”.

-¿Qué representa Pedro para el rock peruano?

Eso es lo bonito. Es de las personas que dejan huella.

-¿Es posible una suerte de reencuentro de Arena Hash?

Patricio y yo tenemos muchas ganas de volver a tocar juntos y hacer música de Arena Hash.

-Nunca fuiste un baterista muy técnico. ¿Estás de acuerdo, Arturo?

Sí. Es importante tocar para el grupo no para ti. Disfruto más el ritmo, que suene sólido y preciso. Orgánico y más de corazón.

-¿Arena Hash pegó porque fue más corazón?

Por una gran culpa de Pedro Suárez-Vértiz. Las canciones de Arena Hash son de las que nunca te olvidas. Pedro tiene ese don. Lo admiro mucho porque, pese a todo, está de pie.

AUTOFICHA

- “Soy Arturo Leonardo Pomar Baldovino. Tengo 51 años, nací en Lima el 27 de marzo de 1968. Toda mi vida pensé que era chalaco. En el Boys jugaba el ‘Pibe’ Baldovino, mi tío. La familia por mi mamá es chalaca. He estudiado producción de televisión, diseño gráfico. La música la aprendí por mi cuenta”.

-“En mi playlist favorita pondría bastante rock and roll. Pedro y Patricio son súper Beatles y Stones. Aprendí eso de ellos y a los tres nos agarró la música de Prince. Yo era el metalero. Me daban una canción lenta y yo la tocaba al estilo Scorpions. Luego ya me jaló el hip hop”.

- “Mis favoritas de Arena Hash son ‘Stress’, ‘A ese infierno no voy a volver’, ‘El túnel del bus’, ‘Murciélago Rodrigo’, ‘Volar, volar’, ‘Kangrejo’... De otro lado, quiero agradecer públicamente a Gisela Valcárcel por la deferencia que tuvo cuando mi padre falleció, porque me ayudó con el velorio”.

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