PUBLICIDAD
Carla Morrison: “El amor cura cuando es amor; el amor comprende, sana” [VIDEOS]
Ganadora de tres Grammys, exitosa, pero víctima de abuso sexual. A los 34 años vuelve a brillar para contar su historia.
Imagen
Fecha Actualización
Sus canciones hacían sospechar de su dolor. Desde París, la mexicana Carla Morrison reconoce que buscó el silencio y la paz para superar la ansiedad y la depresión. Le digo que las letras de sus canciones son muy tristes, que me han acompañado cada vez que me han roto el corazón, y ella, a través del Zoom, se disculpa y ríe a la vez. Muchísimos fans y amigos le dicen lo mismo: que sus temas quiebran. El dolor tiene siempre un porqué. Para Carla Morrison, la pesadilla empezó a los cinco años cuando fue abusada sexualmente por un familiar. La dimensión de la herida era tan grande que la ansiedad y la depresión la llevaron a reinventarse a los 34 años, cuando ya era una estrella, con millones de fans y reconocimientos.
Carla conversa con la ternura que transmite en sus canciones, y no quiere guardarse nada. Liberar ha sido su manera de sobrevivir. Y dejó su país. “El público piensa que estás perfecto y, al final del día, el dinero y el reconocimiento no compran la felicidad con uno mismo”, dice.
¿Te costó escribir “Ansiedad’, admitir que la estrella había dejado de brillar?
Me costó porque “Ansiedad” es una canción muy personal y no fue fácil escribir porque no es una canción de amor o de desamor. La ansiedad en sí no es muy clara pero está ahí, latente.
Tres años sin cantar, ¿por qué ese silencio?
Estaba muy ocupada, muy atareada. Tenía ya como ocho años sin parar y todo el tiempo tocaba, hacía canciones, colaboraciones, trabajaba. Me deprimí y me sentía muy triste, no sentía que era feliz. Era momento de pasar tiempo de calidad conmigo misma.
Imagen
Para muchas personas hablar de la depresión es algo que los descalifica o que los invalida. ¿Cómo ha sido para ti?
La verdad, bastante liberador. He recibido muchos comentarios por hablar de esto, gente que me dijo que ya no se siente sola y que quiere y debe buscar ayuda. Decir lo que traes en el corazón y ser súper honesto ha sido una conexión bien padre con la gente que escucha mi música. Ellos se sienten visibilizados.
Tenías ganas de morir y eso es algo duro de contar.
Fue definitivamente liberador, claro que no es fácil decirlo porque no es sencillo recordarlo o transmitir que en algún punto te lo propusiste o lo pensaste siquiera. Es horrible vivir eso, pero ha sido liberador en el aspecto en que todos, en algún punto de nuestra vida, tenemos ese pensamiento. No es normal pero llega y te rebasa la vida. El público piensa que estás perfecto y, al final del día, el dinero y el reconocimiento no compran la felicidad con uno mismo.
¿Te han preguntado por qué lo contaste?
Nunca me han dicho por qué. Lo único que he recibido es una respuesta súper positiva. Nuestras comunidades, nuestras sociedades no nos permiten decir ‘sabes, no la estoy pasando bien’ porque los latinos somos muy cálidos y siempre tenemos una broma, un chiste o eso de que no hay tiempo para sentirte mal. Las nuevas generaciones tienen ganas de decir “yo me siento mal” y necesito ayuda y tengo depresión y tengo ansiedad.
Hay una canción de Alejandra Guzmán, poco conocida, que se llama ‘Tengo derecho a estar mal’. Es algo muy cierto.
De alguna manera nuestros papás quieren que siempre estemos bien y que siempre le echemos ganas, pero a veces es importante que si no te sientes bien, no te sientas bien y habites esos sentimientos incómodos porque en la incomodidad también te conoces y entiendes cómo funciona tu vida y cómo funcionas tú en momentos difíciles.
“Me da felicidad cuando mis canciones tienen un propósito. La gente se siente menos sola, la ansiedad puede ser muy solitaria y puede ser muy aterradora”.
Imagen
Has sufrido abuso sexual de niña. ¿Cómo lo manejaste con tu familia?
Ocurrió a los cinco años, pero pasó varias veces. Luego ya no pasó, y a los nueve años me cayó un balde de agua fría sobre lo que había vivido. Me entró temor contarles a mis padres, pensé que no me iban a creer, que mentía. Un día lo dije y ellos me apoyaron, me comprendieron y se pusieron de mi lado. Yo soy de una ciudad muy pequeñita, y en ese tiempo no había ni psicólogos ni nada. Las calles alrededor de mi casa eran de tierra. Mamá me puso en talleres de artes, de dibujo, en cositas que ahí organizaba la escuelita de cerca, y así. A los 14 años pedí ir al psicólogo y me dijo “no estás loca”. Yo respondí: “Siento que me estoy volviendo loca. Necesito hablar, que alguien me diga algo por qué me siento rara”. Y empecé a tomar terapia y toda mi vida constantemente he tomado terapia desde esa edad. Siempre he tenido necesidad de comprender qué sucede dentro de mí.
Durante estos episodios de ansiedad te bloqueaste.
Me paralizaban en su momento. Empecé a reconocer que esto me pasaba cuando estaba muy abrumada... Soy una persona altamente sensible y cuando no duermo bien, no como bien y no me doy un tiempo para mí, esas cosas empiezan a pasar.
“Mi vida en París es tener media hora para mí, para hacer algo que me hace feliz como escuchar un podcast, correr, hacer ejercicio o el cafecito”.
Imagen
¿Las redes sociales te llegaron a hartar en tu país?
Me cansaron. Cuando empecé, no había una chica como yo. No era súper flaca, tenía tatuajes y un montón, no era súper alta, era chaparrita y mis canciones eran distintas. Había gente que me quería mucho y otros que decían “odio a esa gorda fea, dramática y tatuada”. Me llegaron a hacer bullying de una manera muy fea y muy fuerte. Hicieron hasta caricaturas de mí. Me estaban lastimando.
¿Cómo afrontaste el rechazo a la gordura?
Empecé a hacerme esas preguntas dolorosas de por qué me afecta lo que comentan. Me di cuenta de que a veces a uno le afecta esto porque tus cimientos no están bien colocados, uno no sabe quién es y cualquier opinión externa va a definir quién eres tú pero, cuando tú sabes quién eres tú, todo cambia.
El arte ayuda y cura, ¿el amor?
El amor también cura. Es lo que cura todo. Nos despertamos en la mañana porque amamos hacer algo, amamos a alguien. El amor cura cuando es amor, el amor comprende, sana, el amor cura todo, yo creo que sí.
AUTOFICHA
“Nací en Tecate, México. Renacimiento, mi próximo disco, es una reinvención porque la gente piensa que yo estoy en mi cama llorando, pero soy alguien que canta, baila, que se siente fuerte, que tiene muchos colores. Mi perspectiva ha cambiado, mi persona ha evolucionado”.
“Tengo 34 años y no siempre voy a ser la misma. Ha cambiado mi manera de ver la vida y eso me pasó justo aquí (en París). También en cómo hago música. Este es mi renacimiento, y espero que mucha gente diga ‘yo quiero renacer’ y ‘tomar las riendas de mi vida’. Se puede”.
“‘Ansiedad’ la escribí el año pasado y, cuando ocurrió lo del COVID-19, pensé que era un buen momento porque mucha gente está pasando esto y no busca ayuda. En México estamos avanzando. Después de la canción, las llamadas de ayuda subieron en un 90%. No hay que callar”.
VIDEO RECOMENDADO
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD