El primer acercamiento de Annemarie Heinrich a una cámara fotográfica fue en los años 20, del siglo pasado. Ella migró a Argentina con toda su familia desde Alemania. Había terminado la Primera Guerra Mundial cuando su padre, quien había perdido un brazo en aquel combate, decidió huir antes de que el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán de Adolf Hitler comenzara a gobernar su país.  

De la mano de un tío en Argentina, conoció el funcionamiento elemental de una cámara; pero de encuadres, ángulos, luces y sombras aprendió por sí misma visitando exposiciones y devorando libros europeos de arte de la época. Que Annemarie haya descubierto en la fotografía una vocación y la haya elegido como profesión no solo tuvo como columna vertebral su gran talento, sino también que buscaba una forma de expresarse en un país ajeno, al que en un inicio le costó adaptarse. 

Así, edificó un estilo propio y logró notoriedad en la técnica del claroscuro y reflejos. Heinrich fue una fotógrafa adelantada a su tiempo. Reivindicó los paisajes desérticos, los cuerpos desnudos como si fueran esculturas y el retrato. 

De su vasto archivo entre los años 1930 y 1960, compuesto por más de 5,000 negativos, contactos y copias –conservados por sus hijos, los fotógrafos Ricardo y Alicia Sanguinetti–, 117 instantáneas fueron seleccionadas para exhibirse en la exposición Antología, que se inaugura este jueves 12 de octubre en el .

Belleza Natural 

En sus primeros años como fotógrafa profesional, la artista pasó de tener su estudio en la casa de sus padres, a uno propio en la ciudad de Buenos Aires, ya en la década del 30. Es ahí donde su nombre y trabajo comienzan a brillar. 

A su centro de trabajo, que estaba ubicado a la vuelta de la radio El Mundo, acudían a fotografiarse artistas que participaban en las radionovelas y otros programas de la emisora, cuyos rostros iban a adornar la fachada de la estación radial. 

“Es así como Annemarie empezó a relacionarse con las personas del mundo artístico y cultural. Sus retratos eran tan naturales e imponentes que a muchos les dio curiosidad saber quién era la fotógrafa”, nos comenta Ricardo Sanguinetti, también comisario de la muestra. 

Hacia 1940, Heinrich ya fotografiaba para importantes revistas sociales. En paralelo a esa actividad, inició su carrera como retratista de grandes figuras del Teatro Colón y del cine argentino, como Delia Garcés, Mirtha Legrand, Zully Moreno, Tilda Thamar, Tita Merello, de quienes logró capturar su belleza natural y brillo interior. 

Considerada por muchos como una precursora en el uso de recursos contemporáneos de la fotografía, Heinrich tuvo como prioridad en sus imágenes la belleza como arte. De ahí se desprende que muchas de sus instantáneas parezcan esculturas o pinturas. 

“Mi madre sabía capturar lo mejor de cada persona mediante una pose determinada, gesto o mirada. Luego, ella misma editaba la foto artesanalmente con plumones especiales o cuchillas. Decía que si hubiese sabido usar el Photoshop, hubiese hecho maravillas”, revela el comisario.

Chabuca y Chambi 

Artistas peruanos también posaron para la cámara analógica de la fotógrafa alemana-argentina. Entre ellos, las reconocidas cantantes Chabuca Granda e Yma Sumac, así como el respetado fotógrafo Martín Chambi y su hijo Víctor. 

A la ilustre lista también se suman otras figuras como Libertad Lamarque, Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, Yehudi Menuhin, Juan Carlos Castagnino, Rafael Alberti, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Astor Piazzolla, Aníbal Troilo, Eva Perón, Marlene Dietrich, Flora Nudelman y Oswaldo Guayasamín. Según Sanguinetti, muchos escogían ser fotografiados por su madre porque en ella encontraban confianza, calidad, velocidad y costo.  

“Para Annemarie era básico entablar amistad con el fotografiado mientras hacía su trabajo, porque así iba a ser más fácil que este refleje su personalidad. Era muy cautelosa con su analógica y no presionaba por presionar, a diferencia de ahora que se piensa poco y se dispara mucho”, puntualiza Ricardo. 

Esta exposición no solo busca destacar la fotografía latinoamericana que se desarrolló en esa época, sino también enaltecer la obra de una mujer que con recursos simples, como la luz que entra por una ventana, el paisaje estático o la belleza sublime de un cuerpo, supo capturar la esencia, traspasar la imagen y transmitir emociones.

Datos 

- Puede visitar la muestra en el CCPUCP ( Av. Camino Real 1075, San Isidro). De lunes a domingo, de 10 a.m. a 10 p.m., hasta el 21 de enero. 
- Heinrich nació el 9
de enero de 1912 y fotografió hasta la década del 80.
- La primera individual de Heinrich fue en Chile en 1938. Vivió y trabajó en la ciudad de Buenos Aires desde 1926 hasta 2005, el año de su muerte.
- Durante su carrera, recibió el Premio del Foto Club Argentino, Medalla de Oro, de la AFP y fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.
- Heinrich fue fundadora del grupo Carpeta de los Diez, del Consejo Argentino de Fotografía y directora de la Asociación de Fotógrafos Profesionales (AFP).