Almendra Gomelsky, entrañable dalina de Nubeluz.
Almendra Gomelsky, entrañable dalina de Nubeluz.

Estuvo tres meses sin nombre. En Argentina de finales de la década del 60 no se permitía poner “nombres raros”. Una jueza tuvo que aceptar la solicitud familiar, pero pidió que antes le pongan “un nombre normal”: a su madre se le ocurrió Paola. Tres meses después, era .

Sus juegos de infancia estuvieron en la calle. Liga, escondidas, soga, matagente. Así fueron sus primeros diez años en Argentina, cuando conoció las canciones de . Eran cantadas por unos payasos españoles. Recuerda “La gallina turuleca”. “Pero eran muy feos realmente. Cuando llegué a Perú y me encontré con Yola, era hermosa cantando estas canciones, era mi ídola”, evoca.

Años más tarde, Mónica Santa María (1972-1994), Almendra y un batallón de cíndelas y gólmodis serían los nuevos ídolos de la televisión infantil con . Y no solo eso, cruzaron las fronteras y fue el programa de TV peruano más exitoso a nivel internacional, de un país en crisis económica y terrorismo. Han pasado 30 años y ahora se conmemora el tiempo transcurrido con un espectáculo virtual vía .

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La llamaron a tres castings para ser parte de . A ninguno fue. Estudiaba diseño de modas, no tenía planes de estar en el ambiente artístico. Hacía modelaje para pagar sus estudios. Su amiga Mónica le contó que a ella ya la habían elegido. Y la volvieron a llamar, pero asistió sin ninguna expectativa. “Hasta fui sin maquillaje”, dice y ríe. Parecía que hacía de todo para no ser elegida. Nueve meses después, nacía una historia que nunca imaginó vivir.

-Yola Polastri me dijo en una entrevista que hoy la televisión les ha cerrado las puertas a los niños. Después de Nubeluz y Karina & Timoteo, probablemente no hemos tenido mayores referentes en los programas infantiles.

Estoy de acuerdo con ella. Definitivamente, no se han seguido creando productos para niños cuando los niños siguen naciendo, siguen siendo niños. A pesar de que nacen con otro chip, deberían tener la misma ilusión. Tienen la tecnología, pero eso no es un factor en contra; al contrario, es algo muy positivo si se sabe manejar. Lamentablemente, no hay nada para niños.

-¿Por qué ha pasado eso? ¿O es que tal vez a los niños de hoy ya no les interesan esos formatos?

Esa es la excusa perfecta, pero a los niños no les han preguntado absolutamente nada. Los directivos de los canales no lo verán rentable, aunque yo creo que sí es rentable. Nubeluz tenía merchandising de todo y todo se vendía muy bien. En la época de Nubeluz vivíamos en un país con terrorismo y muchas limitaciones; sin embargo, con inversión y, sobre todo, mucha creatividad logramos hacer de este producto algo maravilloso; inclusive, en otros países dudaban de que fuera peruano. Hoy con las posibilidades tecnológicas que hay se podrían hacer cosas increíbles, pero, bueno, aparentemente, no está en los planes.

-Pese a la crisis económica y al terrorismo, ¿por qué funcionó Nubeluz?

Porque lo que se escuchaba era tan negativo. Les cortaron las alas a los niños: no podían salir a la calle a jugar, no tenían las redes como ahora. Nubeluz duraba varias horas y el papá estaba tranquilo sabiendo que los chicos estaban frente a un producto de calidad, educativo y, a la vez, divertido. Muchos ingredientes que hacían que el niño estuviera cuatro horas, sábados y domingos, aprendiendo algo de forma divertida.

-Me cuentas que tu ingreso a Nubeluz fue luego de tres castings a los que no fuiste, que no tenías mucha motivación para ser parte del programa. ¿Por qué crees que te eligieron?

Creo que lo que ellos buscaban eran dos personalidades diferentes, pero a la vez que tengan algo en común. Con Mónica, de hecho, nos conocíamos, éramos totalmente distintas en la forma de ser: yo era más tranquila, ella era más traviesa y alegre. Creo que buscaban justamente ese equilibrio para tener esas dos formas de conducción. Y creo que se dio muy bien; sin darnos cuenta fluyó la personalidad de cada una.

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-¿Disfrutaste el éxito de Nubeluz en los cinco años que estuviste al frente y que fueron veloces?

En ese momento el éxito era hacer lo que me gustaba. Y sí, lo disfruté mucho. Viajábamos, estábamos con los chicos y las chicas. Éramos una familia. Muy divertido. Cada país te daba algo diferente. Y, además, éramos muy jóvenes; evidentemente, sabíamos que eso no solía pasarle a mucha gente, que éramos privilegiados, que había que agradecer mucho. Siempre disfruté más allá de pensar que era un éxito.

-¿Podría haber un nuevo Nubeluz?

Bueno, conmigo no, pero ojalá hicieran algo, al menos, parecido para los niños. Creo que con tecnología se podrían hacer cosas increíbles, y sumada la creatividad del peruano. Poniendo todo lo necesario para que sea un éxito, claro que se podría. Siempre se va a poder.

-Tu padre ha fallecido a los 85 años en medio de la pandemia. ¿Qué te decía del éxito que alcanzaste con Nubeluz?

Éramos muy amigos. Conversábamos mucho. Estábamos planeando grabar con él sobre consejos de salud que quería dar a la gente. Yo también lo cuadraba mucho, como si fuera su mamá, y se reía, lloraba de risa. Siempre disfrutó lo que yo hacía. Sin decírmelo con palabras, creo que estaba orgulloso.

-¿Tu padre, un ingeniero textil, qué opinaba de que su hija haya elegido inicialmente el modelaje?

Él era libre en sus pensamientos. Apasionado en lo que hacía. Siempre dejó que sus hijas hicieran lo que les gustaba. Daba mucha libertad. Estaba en contra de las reglas impuestas por el hombre. A pesar de eso, era un hombre muy recto, con principios. Pero siempre nos inculcó ser libres y hacer lo que quisiéramos tratando siempre de ser los mejores. Estaba muy orgulloso de lo mío, a pesar de mi timidez cuando empecé. Era investigador, un hombre muy culto. Nos inculcó investigar y no quedarnos con lo que nos diga la gente, ir siempre más allá.

-¿Fueron muy cercanos cuando eras niña?

No tengo muchos recuerdos de muy niña. Pero él más que nada tomó protagonismo en mi vida ya de grande, cuando mi mami falleció y él cubrió ese espacio.

-¿Qué no le has logrado decir a tu padre, Almendra?

Se lo dije todo. No me quedó nada por decir. Él sabía que lo amaba con locura.

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-¿Estuvo bien que tu familia migre a Perú?

Claro. He tenido la oportunidad de irme varias veces, pero siempre regreso.

-¿Por qué?

No sé (ríe). Quizás viviría en España, es hermoso Barcelona; o en Argentina. Pero cuando estás afuera, extrañas todo lo que quizás, cuando estás acá, odias, pero lo extrañas. Perú es así. En la época del terrorismo mis papás regresaron a Argentina, pero volvieron, porque así como todos, se acostumbraron y no podían estar lejos del Perú.

Almendra y Mónica.
Almendra y Mónica.

AUTOFICHA:

- “Soy Paola Almendra Gomelsky Duarte. Tengo 51 años. Nací el 17 de diciembre del 68. Nací en Quilmes, Buenos Aires. Acabé el colegio y me gustaba mucho crear, el diseño de telas, el tejido; siempre lo escuché a mi papá en esos temas”.

- “Decidí estudiar Diseño de Modas. Al mismo tiempo que terminé mi carrera, empezó Nubeluz y ya no pude estudiar lo otro. Todo lo que hice lo realicé con mucho amor y cariño, sacándole el jugo a todo: Oh! Diosas, la novela, Mujeres sin filtro, Almendra”.

- “(Ayer empezó) este maravilloso 25 años por los 30. Queríamos hacer algo especial por los 30 años. No se pudo hacer, y Tondero tenía esta filmación de todo el show de los 25 años, que fue increíble. Y nos propusieron subirlo a la plataforma de Netzun. Pensamos que sería un regalo maravilloso para celebrar los 30 años”.

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