Maritza Villavicencio estudia e investiga, desde la década del ochenta, el rol de la mujer en periodos antiguos.
Maritza Villavicencio estudia e investiga, desde la década del ochenta, el rol de la mujer en periodos antiguos.

Los acllahuasis eran recintos en el Imperio inca donde las mujeres (acllas) se reunían para organizar los oficios domésticos, como la preparación de los alimentos. Este fue uno de los puntos de partida de la historiadora Maritza Villavicencio para escribir el libro Mujer, poder y alimentación en el Antiguo Perú (Fondo Editorial USMP), nominado a los , los ‘Oscar de la gastronomía’.

¿Por qué estudiar a la mujer en el Antiguo Perú?
Cuando empecé mi trabajo como historiadora, me dediqué a las mujeres del siglo XIX y XX. Los puntos que me importaban no se encontraban es estos periodos. Tenía que ir al Antiguo Perú (a las sociedades prehispánicas).

¿Qué es lo que le importaba saber de la mujer?
Por un lado, cómo estuvieron estructuradas las sociedades que les otorgaban poder a las mujeres, además de saber por qué entregarle estas responsabilidades. De otro lado, conocer qué clase de poder poseían, si religioso, político u otros.

¿Qué halló?
Comprobé que sociedades antiguas otorgaban poder a las mujeres, como el hallazgo de la Señora de Cao. Además, encontré que el poder estaba vinculado con cuatro ejes: reproducción, producción textil, capacidad de realizar milagros (taumaturgia) y alimentación.

En cuanto a alimentación, ¿de qué estamos hablando?
Es uno de los puntos en donde se nota más la importancia femenina. Un ejemplo claro son los acllahuasis, en los que las mujeres se encargaban de la comida y la chicha, de la preparación para ceremonias y atender a líderes importantes. En sus manos estaba la organización de una de las columnas vertebrales de la sociedad: el alimento.

¿Y por qué hoy en la gastronomía, aparentemente, hay una mayor presencia masculina?
Tiene que ver con que toda actividad privada, dentro de la casa digamos, es femenina, pero en cuanto sale al mundo público, la encabezan los hombres porque se vuelve negocio. Como con la costura. Las mujeres siempre han cosido en sus casas. Cuando esta actividad pasó al ámbito de las fábricas, eran los hombres quienes dirigían todo.

Actualmente, existe la lucha por parte de las mujeres para que se reconozca que hay desigualdades y que deben combatirse. ¿Cómo esta publicación aporta a ese debate?
Porque así conocemos más de nuestra historia y nos inspiramos. Al saber que nuestras antepasadas tenían roles indispensables, de alguna forma u otra nos cabe pensar que nosotras podemos ser importantes y líderes en diversas esferas. Con esta información nos empoderaremos aún más para combatir las desigualdades.

Datos
- En Mujer, poder y alimentación en el Antiguo Perú se propone la Ruta de las Diosas Ñamca, un circuito turístico que apuesta por mostrar sitios que testimonian la presencia femenina.
- Maritza Villavicencio también ha publicado el libro Seminario de historia de la cocina peruana, donde además presenta recetas de diversos periodos.