Conversamos con la directora ejecutiva de Ediciones Pichoncito. (Perú21/ Piko Tamashiro)
Conversamos con la directora ejecutiva de Ediciones Pichoncito. (Perú21/ Piko Tamashiro)

Nació en Colombia, pero cuando tenía 5 años, sus padres la trajeron a vivir a Perú. Desde entonces ya soñaba con hacer libros; sin embargo, tuvo que pasar por otros caminos para terminar apostando por una editorial propia a la que ha llamado Pichoncito, así como les dice a sus hijos, sus pichoncitos. Adriana empezó a estudiar Economía, pero descubrió que no era realmente la suyo. Luego se fue a Estados Unidos a estudiar Historia y Escritura creativa. “Estaba en una época de búsqueda”, recuerda. Volvió a Lima cuando tenía 22 años y decidió escribir un correo a Perú21 diciendo que le interesaba trabajar como periodista. Así empezó en este mundo, donde se mantuvo por 10 años y pasó por diversos medios de comunicación. Su giro fue tras dar a luz al primero de sus tres hijos, en ese momento se empezó a gestar el proyecto editorial que está difundiendo el amor por el Perú y sus personajes en las mentes de las generaciones más jóvenes. En la Feria del Libro de este año, su stand tuvo la mención honrosa en la categoría de editorial independiente y el chef Gastón Acurio personalmente llegó a comprar el libro sobre la cocinera Teresa Izquierdo, considerada la mamá de la cocina peruana y que forma parte de los cuentos para niños sobre peruanos que inspiran.

¿Cuál es la idea con la que nace Ediciones Pichoncito?

Trabajé diez años en el mundo periodístico y siento que eso me permitió conocer un país con personajes realmente especiales y fascinantes. Cuando decidimos abrir una editorial hace un año, mi marido y yo pensamos en un proyecto que ponga en valor al Perú, a líderes de todos los ámbitos, que destaquen personajes admirables y que generemos referentes peruanos para las siguientes generaciones, que son quienes los necesitan para no repetir los errores de hoy día, para saber que pueden soñar, volar y cultivar su pasión.

En la colección Peruanos Power han incluido igual cantidad de hombres y mujeres, así como personajes de todos los colores. ¿Es una necesidad plantear la diversidad de nuestro país también en los libros?

Tenemos a tres hombres y tres mujeres: Teresa Izquierdo, Chabuca Granda y Blanca Varela; y de ahí tenemos a Martín Chambi, al Zambo Cavero y a Jorge Chávez. Son completamente distintos todos entre sí, pero lo que tienen en común es que trabajaron durísimo por desarrollar el talento que tenían y terminaron volviéndose realmente buenos. Buscamos ser lo más diversos posibles porque así es el Perú, los libros no podían ser de otra forma.

¿Por qué decidió aterrizar un tema tan complejo como la identidad en cuentos para niños?

Vivimos en un país espectacular, al margen de lo que está pasando en la política, estamos atravesando una etapa de efervescencia cultural, educativa, de crecimiento que se ve en todos los rubros. En el mundo de la cocina, de la música, de los negocios, en los distintos rubros se siente, eso es parte del Perú de hoy. Eso era lo que nosotros queríamos transmitirles a nuestros hijos, a los amigos de nuestros hijos. Queríamos decirles que vivimos en un país tan diverso que esa es su espectacularidad.

¿Fue fácil apostar por libros infantiles?

Yo crecí leyendo cualquier cantidad de libros y siento que eso fue para mí como un mundo maravilloso que me abrió la cabeza y el mundo. Siento que aquí faltan libros para niños como los que hay, por ejemplo, en Estados Unidos o Inglaterra, donde la cantidad de libros para niños y la creatividad con que se hacen es única. Acá se puede hacer lo mismo y es un buen momento para crear libros que inspiren.

No es muy común ver a niños estudiando geografía. ¿Por qué han publicado también atlas infantiles?

Quisimos hacer atlas de tal forma que el niño aprenda y se muera de ganas de conocer los mares, las montañas, los ríos, los bosques. Los niños pueden abordar el libro como un juego, un lugar adonde quieres ir y puedes regresar. Partimos de la idea que queríamos tener el Perú de norte a sur, completito, con una perspectiva no cenital, sino de frente, como si estuvieses en un barco y quisimos ilustrarlo de la manera más lúdica posible para que los niños conocieran el país, con toda la flora, fauna, las ciudades.

¿Por qué decidió dejar el periodismo y crear una editorial?

Como bien sabes, los cierres en un periódico son intensos, el ritmo es intenso. A mí me gusta mucho eso, pero cuando tuve mi primer hijo decidí que tenía que darle una pausa a mi vida laboral para estar con él. Estuve todo el primer año dedicada a él y cuando terminó ese año, sentía que tenía que reinventarme con algo nuevo y diferente. Con mi marido decidimos que queríamos publicar un libro del rubro de la empresa inmobiliaria que él tiene, llamada Morada. Hicimos un libro sobre arquitectura, un compendio del trabajo de David Mutal, uno de los más talentosos de su generación. A la par, hicimos el primer cuento El armadillo que quería jugar, de Julia Viñas, ilustrado por Lucía Coz.

¿Es riesgoso tener un negocio de libros de papel en un mundo cada vez más digital?

Sin duda alguna el tema digital ha transformado por completo a la industria editorial, a una velocidad sin igual. Sin embargo, hay un nicho donde el papel está más vigente que nunca. En ese nicho están los libros para niños, porque los papás no apuestan tanto por que sus hijos tengan una tablet o celular, sino que quieren el papel. Por eso un mercado que está creciendo a nivel de ventas es el de libros para niños. Y otro mercado que también está creciendo son los coffee table books, que son aquellos libros de mesa, grandes, bonitos, que no solo son elementos decorativos y van a perdurar en el tiempo.

¿Fue muy impactante en su vida convertirse en mamá?

Es la cosa más hermosa que me ha pasado. Con nadie me divierto tanto como con mis hijos, no tengo la complicidad que tengo con ellos.

AUTOFICHA:

- “Nací el 14 de setiembre de 1983, en Bogotá (Colombia). Mi mamá es colombiana y mi papá es norteamericano. Cuando yo tenía cinco años nos mudamos a Perú y se convirtió en mi país, así que soy peruana de corazón, casada con un peruano y con hijos peruanos. Mi papá trabajaba en Sears, en Colombia”.

- “Pichoncito tiene un año en el mercado y hemos sacado 14 títulos, estamos preparando 6 más de la colección Peruanos Power, probablemente para lanzar entre diciembre y enero y la idea es empezar a crecer el número de libros que hacemos por año”.

- “Acabo de leer el último libro de Isabel Allende, Largo pétalo de mar. Estoy releyendo La tía Julia y el escribidor, de Vargas Llosa, que me hace acordar la época cuando yo trabajaba en el Centro de Lima. Siempre busco libros de aventuras para leer con mis hijos, como Los tres mosqueteros y El rey Arturo”.