VESTIDO DE GLORIA. Contagiado por el calor del público que lo ovacionaba, Ferrera paseó la orejas del segundo de su lote. (Germán Fernández)
VESTIDO DE GLORIA. Contagiado por el calor del público que lo ovacionaba, Ferrera paseó la orejas del segundo de su lote. (Germán Fernández)

Baldomero Cáceres Vegas

El íntimo toreo de Ferrera se volvió concierto de multitud de olés que acompasaron los muletazos al cuarto. Un toro de El Olivar, de notable calidad que, lastimosamente se rajó sobre el final. Inspirado Ferrera, se prodigó primero con el quite de oro con su capote de sedas mentoladas. Se animó luego a banderillear y, presto y despeinado, se fue muleta en mano hacia Romero, que se deslizaba en cada envite.

Personal es su toreo, que comunica. Y rimó así muletazo de suave trazo en los que él volcó su alma de artista confuso. Se sucedieron las tandas y no paró el público de disfrutar de tanto y tan exquisito toreo.

Sobre el final de su obra el toro pidió las tablas, y de qué manera se las dio para apoyarse en la inercia que ofrecía al toro su querencia y lento marchó hacia él y lo fulminó de memorable estocada que levantó de sus asientos al ya enardecido público. Orejas y el grito de “¡torero! ¡torero!” lo acompañaron en una vuelta al ruedo entre vítores unánimes.

Su primero fue blando y de nula transmisión, con tan poca fuerza que su toreo fue de muleta alta y no se ordenó el astado, que empezó a quedarse y buscar, por lo que trascendió su labor.

FIRME. Emilio de Justo trazando un derechazo mandón. (Germán Fernández)
FIRME. Emilio de Justo trazando un derechazo mandón. (Germán Fernández)

Emilio de Justo necesitó del capote de Dennis Castillo para que su primer toro encontrara el camino y rompiera a embestir, humillado. Tuvo este vibración al embestir, y el toreo del de Cáceres fue de precisos toques y trazo medido de científico inspirado. Todo eso por el derecho porque el izquierdo fue el pitón menos aparente del animal.

A su segundo lo trató de hacer, limpiando los muletazos ante descompuestas y desiguales embestidas. De raza más que justa, el toro protestó sobre todo por el lado izquierdo, así que su torería fue más de derechas y sus intentos por matarlo a la primera lo dejaron con el triunfo atracado.

Galdós rimó con la muleta, puesta por delante, enganchando embestidas que eran como ráfagas, más en su vertiente poderosa esta vez que por el toreo de calidad exquisita que lo caracteriza.

Ninguno de los toros de su lote le dio opciones para abrirse de capote y desmayarse en el toreo a la verónica. Puso entonces ganas y garra, aunque soñara para hoy faenas de lívido poeta. Convenció a su primero y de tan convencido le acortó distancias que le supusieron algún enganchón pero también redondos invertidos trazados con mimo. Tras pinchar, cobró un espadazo suficiente.

El último de la tarde no fue tampoco bueno, nunca se soltó a seguir la muleta con franqueza pero nuevamente enfundose Joaquín el overol y guerreó con pundonor de torero febril.


FICHA


- Casi ¾ del aforo en tarde ligeramente soleada.

- Toros de El Olivar (3°, 4to. y 6to. y La Viña (1°,2° y 5to.) de desigual presentación y juego, sobresalió el enclasado 4to. al que le dieron la vuelta al ruedo.

- Antonio Ferrera. Palmas y dos orejas.

- Emilio de Justo. Oreja y palmas.

- Joaquín Galdós. Oreja y ovación.

- Destaca impecable brega de Dennis Castillo en el segundo al que supo encauzar.

- Antonio Ferrera salió en hombros, triunfante.

- Fue tarde de muy buena entrada en los tendidos y presencia de toreros ávidos de disfrutar del toreo en Acho. Luis Bolívar, Pepe Moral, Adrien Salenc y la virtuosa Cristina Sánchez, apoderada del extremeño Ferrera.

- El próximo domingo con toros de El Puerto de San Lorenzo y La Ventana del Puerto, ganaderías españolas, reaparecen en Acho Julián López, El Juli, de gran temporada, y nuestro Andrés Roca Rey, convertido en demoledora figura. Tomará la alternativa el mexicano Arturo Gilio.

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