Aunque parezca sencillo, una oración, dos líneas o una cuestan a veces más trabajo que un párrafo completo. Por eso, “40 microrrelatos covidianos” (Grupo Editorial Caja Negra) tiene el poder de atraparte suavemente hasta terminar la lectura y dejarte pensando en qué escribirías tú en esa hoja o pantalla en blanco.
El libro de Hernán Becerra Salazar (Lima, 1967) nos transporta por momentos a aquellos primeros días de la pandemia cuando los peruanos (algunos) enloquecieron por el papel higiénico. No se necesitan muchas líneas para graficar lo vivido, y he allí la riqueza de ‘El Acaparador’, o ‘Bodas de Plata’ que narra un divorcio cuando apenas habían empezado a conocerse después de 30 años. Sin muchas palabras pensamos en todos esos matrimonios rotos y en cenizas que dejó la convivencia obligada por la pandemia.
Cada microrrelato puede tener varias lecturas como “El beso”, donde esa unión de labios puede ser un “volveremos a vernos” o “nos vamos juntos”. El lector decide.
En “Virtualmente” que reproducimos aquí, el autor deja parte de su esencia: “No querían postergarlo más. También se casaron virtualmente y fueron felices hasta que levantaron el aislamiento”. Lo que parece sencillo es en verdad complejo, y Becerra Salazar no necesita muchas líneas para describir esos pequeños universos que generó el coronavirus, y que todavía persisten.
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Me quedo entre otros, con Lápida: “Eres el aire que respiro / Ahora eres el aire que me falta”.
El libro se presenta este martes en el Facebook de Caja Negra y lo encuentras aquí http://editorialcajanegra.com.pe/tienda/40-microrrelatos-covidianos-cuarentena-de-microrrelatos/
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