Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Existen personas a las que lanzarse desde un avión en paracaídas, practicar salto bungee o algún deporte extremo puede resultar ser una experiencia magnífica. Para otras, supone una de las peores .

La valentía suele ser una cualidad que no todos tienen en la misma medida, y está claro que algo diferente pasa en el cerebro de esas personas que no se hacen muchos problemas ante una situación riesgosa.

Al respecto, un grupo de investigadores de las universidades Uppsala, en Suecia, y Federal Rio do Norte, de Brasil, han publicado un estudio en  en el que definen cuál es la zona del cerebro asociada a la valentía, es decir, la que codifica este tipo de conductas.

ANSIEDAD

La ansiedad adaptativa es la sensación que una persona tiene en condiciones normales ante una situación de alerta. Esta es una emoción positiva en cierta medida, ya que impide que las personas se sometan a conductas potencialmente peligrosas y que ponen sus vidas en riesgo.

Sin embargo, esta sensación de ansiedad puede desatarse de forma exagerada en mayor o menor medida ante diferentes situaciones: desde la que impide que saltemos frente a un auto en movimiento hasta la que nos hace rechazar un buen trabajo por el miedo a no estar a la altura.

Las personas con este tipo de problemas de ansiedad se tratan con antidepresivos. Pero estos medicamentos suelen afectar a todo el cerebro, y esto conlleva a problemas secundarios como apatía o insomnio.

Por esa razón era importante localizar el área del cerebro que interviene en este tipo de procesos, para actuar sobre ello.

NEURONAS DE LA VALENTIA

El equipo científico internacional, dirigido por los doctores Sanja Mikulovic, Ernesto Restrepo, Klas Kullander y Richardson Leao, centró su atención en las neuronas OLM (oriens lacunosum-moleculare).

Esta son un tipo de interneuronas, ubicadas en la capa más externa del hipocampo, previeamente estudiadas por el equipo como "guardianas" de la memoria.

Pero sus estudios descubrieron que esa no parecía ser su única función. Al estimularlas en el cerebro de ratones, se producía una actividad cerebral similar a lo experimentado por animales que actúan con seguridad en ambientes amenazantes por la presencia de un depredador.

Además, en trabajos previos se descubrió que estas neuronas son sensibles a la nicotina, por lo que existiría una forma a futuro de controlarlas farmacológicamente. 

Este sería un primer paso para el desarrollo de antidepresivos  y ansiolíticos dirigidos unicamente al origen de la ansiedad sin los efectos secundarios que la medicación actual tiene, además de ser una explicación a la valentía de muchos.

Con información de Hipertextual y Nature Communications.