Este domingo es el Día Mundial del Sida y un hecho histórico se ha registrado, según un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU): el año pasado se alcanzó un mínimo de casos de VIH desde que empezaron a dispararse en los años 80, cuando la enfermedad se propagó raudamente.
Este es un importante paso en el objetivo de erradicar la enfermedad, que hoy forma parte de la lista de emergencia de salud pública del mundo. Sin embargo, para lograrlo será necesario acelerar la reducción tres veces más de lo que se ha hecho hasta ahora.
La OMS la ha incorporado como una de las 10 principales amenazas a la salud pública a las que enfrenta la humanidad. ¿Por qué es tan peligrosa y cómo podemos prevenirla?
También es preciso decir que las cifras son un promedio de registros a nivel mundial, por lo cual algunos países siguen teniendo al VIH como un problema serio a nivel de salud pública, siendo por desgracia también un problema social por la cual la ciencia no puede hacer mucho más de lo que ha logrado hasta el momento.
Aún así, esta es una gran noticia a nivel mundial, quedando pendiente la lucha por los derechos de quienes no pueden tratarse por el estigma de la homosexualidad, un problema muy arraigado en varios países.
Cuatro décadas de casos
Es cierto que el VIH no surgió en la década de los 80, pero sí fue en ese entonces cuando se detectó y empezaron a proliferar los casos, siendo una enfermedad desconocida para la comunidad médica mundial en aquellos años, bautizándola como síndrome de inmunodeficiencia adquirida, o SIDA. No fue hasta 1984 cuando se descubrió el virus que la causaba.
Desde ese entonces, este virus se fue extendiendo por todo el mundo como plaga. Las jeringas compartidas por adictos, transfusiones de sangre y relaciones sexuales se convirtieron en las vías de transmisión, siendo las víctimas de la enfermedad envueltas en un terrible estigma.
Nadie quería acercarse a ellos. Algunos padres iniciaron campañas en colegios para que sus niños no tuviesen que compartir aulas con niños enfermos, que normalmente nacían contagiados por sus madres.
Nadie quería dar la mano ni besar a un enfermo, a pesar de que la enfermedad solo se transmite a través de fluidos como la sangre o el semen. La propia princesa Diana de Gales causó un gran revuelo después de saludar a un paciente de SIDA con un apretón de manos.
La enfermedad como tal y el estigma entre los enfermos causaron la irremediable muerte en muchos de los casos, esto mientras el virus no dejaba de propagarse.
Se calcula que antes de su hallazgo, solo habría entre 100.000 y 300.000 personas infectadas en el mundo, pero para 1985 el VIH ya se extendía como la pólvora. El pico se alcanzó en 1995, con 3,3 millones de enfermos.
Con el tiempo, se hallaron medidas para prevenir la enfermedad, con lo cual los casos empezaron a disminuir hasta alcanzar un mínimo de 1,3 millones de nuevos casos en 2023.
En Perú. el 47% de nuevos casos de VIH en Perú afecta a jóvenes entre los 15 y 29 años, según el Ministerio de Salud, notificándose 3,334 casos de VIH en los últimos seis meses.
"Uno de los mayores desafíos sigue siendo el tabú para hablar sobre la temática de salud sexual, junto con el acceso limitado a servicios de salud amigables para adolescentes", señala Constanza Paredes, gerente social de APROPO.
Prevención para detener el virus
Las medidas para prevenir el contagio de este virus son básicamente tres. Uno es acabar con el estigma y concientizar a las personas sobre las vías de transmisión y protección del VIH, con campañas de divulgación sobre el uso de preservativos y evitar compartir jeringas.
Algunos países pusieron jeringuillas a disposición de las personas drogodependientes. Lo ideal sería que no se drogaran; pero, ya que lo hacían, al menos que previniesen los contagios.
También se tomaron medidas para que una persona, aun sin curarse del VIH, pudiera tener una vida normal. Los fármacos antirretrovirales, con los que los pacientes pueden tener una vida más o menos normal. Además, con estos fármacos la carga viral puede llegar a ser indetectable mientras se toman, de manera que no se producen contagios.
La tercera, pero no menos importante, son las medidas de profilaxis previa a la exposición (PrEP), que también han disminuido muchísimo los casos de VIH. Si tenemos todo esto a disposición, ¿por qué los casos continúan reportándose?
El estigma y la desinformación, enemigos mortales
La ciencia tuvo un papel fundamental en la disminución de casos de VIH, hasta alcanzar solo 1,3 millones de nuevas infecciones en 2023. La cifra podría ser más baja si la disminución hubiese sido homogénea; pero, por desgracia, hay 28 países en los que, en realidad, los casos han aumentado.
Varios motivos podrían haber llevado a esto y uno podría ser el estigma de la homosexualidad. Según un artículo de Science Alert, hoy en día hay 63 países en los que están penadas las relaciones entre personas del mismo sexo. El SIDA no es una enfermedad de homosexuales, esto es muy importante dejarlo claro.
Pero las personas heterosexuales pueden recurrir a las medidas profilácticas antes de exponerse sin miedo a ser detenidas o estigmatizadas. Los homosexuales lo tienen más complicado.
En el pasado lo tenían en casi todo el mundo y hoy especialmente en países como Uganda, donde existe una ley muy rígida contra los homosexuales.
Son estos países donde están aumentando los casos de VIH. Se calcula que en algunos de ellos, solo el 15% de las personas que necesitarían PrEP la estarían recibiendo. La logística puede ser un problema, así como la falta de recursos económicos, pero en muchos de estos casos, es el estigma social.
Si queremos buscar una real disminución de casos para los próximos años y alcanzar hitos así de históricos, se debe buscar una rápida solución para esta problemática.
En Perú, el aumento de casos de ITS y VIH entre jóvenes se atribuye al acceso desigual a herramientas preventivas en zonas rurales, el acceso limitado a campañas educativas e informativas, la desinformación en medios digitales y la persistencia de conductas de riesgo que dificulta la promoción de prácticas sexuales responsables.
Según Cecilia Guzmán, obstetra de APROPO, "muchos jóvenes conocen el VIH como concepto, pero no comprenden plenamente el uso adecuado de métodos preventivos como el condón, la PrEP o la profilaxis post-exposición". La plataforma de esta organización atendió a más de 300,000 usuarios, el 73% de ellos jóvenes entre 15 y 29 años.
“Hoy más que nunca, debemos derribar los tabúes y construir espacios de dialogo basados en evidencia científica que sea accesible para todos. Esto no solo protege el futuro de nuestros adolescentes y jóvenes, sino que también sienta las bases para una sociedad más justa, saludable y llena de oportunidades. Es hora de actuar juntos y priorizar el bienestar de las próximas generaciones"., concluye Constanza Paredes.
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