Redacción PERÚ21

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Durante el periodo de desarrollo fetal, se sabía que la segregación de la hormona , fabricada por los testículos, era clave en la formación del y por consiguiente, en la masculinización del feto.

Sin embargo, un nuevo estudio alternativo desarrollado por un grupo de investigadores europeos, liderado por científicos de las universidades de Aberdeen (Reino Unido) y Glasgow (Escocia), y publicado en la revista PLOS Biology, revelan que además de la hormona mencionada, también se requieren otras como la androsterona, producidas por la placenta y otros órganos.

Los investigadores identificaron, por primera vez, los detalles de un proceso biológico más completo en torno al desarrollo de los genitales masculinos en el feto, además de explicar las distintas malformaciones en el pene y demás anomalías de los genitales masculinos.

¿CÓMO SUCEDE?

Resulta que durante el desarrollo del feto, normalmente a principios del segundo trimestre, los testículos liberan la hormona esteroide llamada testosterona que es convertida en 5α-dihidrotestosterona (DHT), que se encarga de desarrollar un pene en lugar de un clítoris femenino.

Pero el nuevo estudio reveló que no solo los testículos son los responsables de la masculinización de los genitales externos, sino también la placenta y la glándula suprarrenal.

Este proceso alternativo de masculinización podría explicar por qué la disfunción placentaria está asociada con trastornos del desarrollo genital masculino, ya que ambos procesos deben ocurrir exitosamente para asegurar penes normales.

“Hay dos maneras de producir la DHT: a través de la testosterona de los testículos y a través de un conjunto diferente de hormonas producidas por otros órganos, incluyendo la glándula suprarrenal del feto y la placenta”, explica Michelle Bellingham, de la Universidad de Glasgow.

“En los seres humanos ambas rutas tienen que funcionar correctamente para que un feto masculino se convierta en un bebé varón. Sabemos que los fetos masculinos cuyas placentas funcionan mal son mucho más propensos a nacer con testículos no descendidos o penes mal formados. Ahora entendemos por qué”, agrega.

Los científicos determinaron que la androsterona, otra hormona esteroide, también se puede convertir en DHT. Además, encontraron que las enzimas necesarias para este proceso están presentes principalmente en el tejido no gonadal, incluyendo los del hígado y la placenta.

Se comprobaron que los niveles tanto de androsterona, como de testosterona, se presentaban en niveles bajos en la en la circulación fetal de las futuras niñas, informa Hipertextual.

MEJORAR EL DIAGNÓSTICO Y EL TRATAMIENTO

El hallazgo aumentará las posibilidades de desarrollar procesos tempranos de diagnóstico previo de problemas en el desarrollo del pene y así procurar una corrección a la masculinización deficiente.

“Si se obtienen marcadores de disfunción placentaria alrededor de la síntesis de hormonas esteroides, entonces habrá mayor probabilidad de detección y tratamiento para la corrección o suplementación de tales anomalías”, refiere Sinc Paul Fowler, de la Universidad de Aberdeen.

“Lo que ahora sabemos es que los testículos por sí solos no son suficientes para hacer esto en los seres humanos y que las hormonas producidas por la placenta son igualmente esenciales”, agrega.

Los trastornos de desarrollo sexual pueden generar dificultades en las personas afectadas a medida que crecen, obligándolas a someterse a una cirugía difícil y a una terapia hormonal a largo plazo.

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