Pregunta seria: ¿se puede eyacular en el espacio?

Parece innecesaria la pregunta, pues los astronautas van al espacio a trabajar, y no necesariamente a realizar actividades de otra índole. Pese a ello, y con un espíritu netamente científico, la pregunta que nos hemos planteado es esta: ¿se puede eyacular en el espacio?

Una ambición que tiene la humanidad, o al menos una parte de ella, es colonizar otros planetas, y en estos largos tramos intergalácticos cubrir la necesidad del sexo puede ser vital para completar esta misión, por lo cual la interrogante está más que justificada.

Y no es que sea un tema que no haya sido pensado previamente, pues se han llevado a cabo ya estudios sobre la fertilidad en el espacio, y la mayoría de ellos se dividen en tres categorías bien definidas. Hay estudios en los que se envió semen congelado al espacio, y se comprobó su viabilidad de vuelta a la Tierra.

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Esto se ha hecho con ratones y otros animales, incluyendo el propio ser humano. Por otro lado, se ha simulado la microgravedad colgando a los ratones por la cola, y finalmente se ha analizado la fertilidad en ratones y otras especies luego de una larga estancia fuera de nuestro cómodo planeta.

Esto no implica que hayan tenido sexo en el espacio, ni siquiera que hayan llegado a la eyaculación. Es más, el tema del sexo es bastante tabú en el espacio exterior.

Es más, hay una ley no escrita para los astronautas que les prohíbe a parejas casadas viajen juntos. Por esta razón, cuando en 1992 Mark Lee y Jan Davis fueron seleccionados para emprender una misión en el Endeavor, tuvieron que ocultar su relación, que era mucho más que profesional.

Se habían enamorado trabajando en la NASA y no solo eso, se habían casado en secreto poco antes de ser seleccionados para la misión. Todo se supo después, sin embargo, nunca se supo si habrían tenido relaciones sexuales en el espacio, mucho menos si Mark logró la eyaculación. Al ser un tema tabú solo nos queda asistir a la ciencia.

Primero lo primero: lograr la excitación

Para que haya una eyaculación es muy importante dar el primer paso, la excitación. Sea en la Tierra o en el espacio exterior, esto es de suma importancia. No obstante, muchos astronautas han asegurado que estar en el espacio disminuye mucho la libido, al menos las primeras semanas.

Esto pude ser por la disminución de testosterona, aunque aun hay controversia respecto a ello, pues no se han encontrado alguna diferencia en esta hormona en los estudios que se realizaron a astronautas antes y durante su viaje al espacio.

Ahora vayamos a la física, y es que la eyaculación es una liberación de fluido, y esto es algo complicado en el espacio. Solo tenemos que ver el vídeo de Chris Hadfield, en el que llorar se vuelve un proceso bastante engorroso: se ve como se acumula el agua en sus ojos sin liberarse totalmente.

En realidad era una simulación con agua, pero el resultado sería lo mismo con lágrimas reales, esto supondría que una situación similar pasaría con el semen, que se acumularía alrededor del pene. Pero hay otro factor que tenemos que tener en cuenta: lo complicado que es tener una erección en estas condiciones.

Y es que la excitación es algo tan simple como la acumulación de sangre en torno al pene, que se acumula en los cuerpos cavernosos, generando la rigidez característica.

Según el físico Javier Santaolalla, en un entorno con microgravedad, la sangre tiene la tendencia de acumularse mayormente en zonas periféricas al cuerpo, algo que dejaría con menos cantidad de sangre al pene en erección, haciendo que esta sea muy complicada de concretarse.

Estos simples factores hacen que no solo la eyaculación sea muy complicada de ejecutarse, es más, la propia excitación es algo ya de por sí muy compleja. Quizá con el tiempo los astronautas encuentren la manera de poder ejecutar este tipo de acciones y solucionar de una vez por todas esta situación espacial.

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