Una de mis grandes pasiones de niño fueron, sin duda, los . Y admito haber generado algunas incógnitas entre mis compañeros de colegio cuando respondía a la típica pregunta de ¿qué quieres ser de grande? con el nombre de una profesión que ya conocía gracias a los documentales del canal del Estado: Paleontólogo.

Me imaginaba descubriendo algún fósil de un gran dinosaurio mientras escarbaba en desérticas tierras al mismo estilo del emblemático paleontólogo estadounidense Bob Bakker, que tanto había visto en los documentales del canal 7.

Estos sueños se hicieron realidad cuando mi padre, un ingeniero metalúrgico, nos llevó a mi hermano y a mí a una excursión al Morro Solar en Chorrillos, justamente para enseñarnos la naturaleza de las rocas y sedimentos de ese maravilloso lugar. Desde entonces siempre estimé el Morro solar, como un lugar en el que no solo se pueden hacer muchas investigaciones arqueológicas por su pasado histórico, sino también paleontológicas y geológicas, por su maravillosa geografía prácticamente a tajo abierto.

Ahora, los pacientes trabajos de los biólogos Iván Meza Vélez, del departamento de Paleontología de Vertebrados del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), y José O ́Gorman del Museo de La Plata de la Universidad Nacional de la Plata, Argentina, tuvieron una gran recompensa.

Estos investigadores descubrieron el primer registro de un plesiosaurio en nuestro país, y nada más y nada menos que en el Morro Solar, en las inmediaciones de la playa La Herradura, en el distrito de Chorrillos.

Antique illustration (1863)
Antique illustration (1863)

Tal como lo reportaron en la prestigiosa revista científica , estos serían los primeros restos de un plesiosaurio (Diapsida, Sauropterygia) del Perú, recuperados de rocas del Cretácico Inferior que se encontraban en el Morro Solar.

El importante material fósil encontrado corresponde a un propodio (fémur o húmero), tres vértebras y un ilium (hueso de la pelvis), siendo identificado como Plesiosauria, con supuestas afinidades a Leptocleidus o Elasmosáuridos. Este registro ahora proporciona más datos sobre el grupo de dinosaurios del sureste del Pacífico.

Estos restos fueron entregado por Iván Meza al Departamento de Paleontología de Vertebrados del Museo de Historia Natural de la UNMSM.

¿QUÉ ES UN PLESIOSAURIO?

Los plesiosauros fueron los reptiles marinos más conocidos de la era Mesozoica, hace 251 millones de años hasta hace 66 millones de años, que habitaron en todos los mares del mundo. Fueron animales asombrosos erróneamente llamados dinosaurios marinos, pero que convivieron con estos.

Sus cuerpos estaban adaptados a la locomoción marina, poseían un cuerpo ancho y una cola corta. Además, retuvieron sus dos pares ancestrales de miembros que evolucionaron en grandes aletas que les permitían nadar y bucear con facilidad. Además, lograron una distribución cosmopolita, registrándose en todos los continentes, incluida la Antártida.

Como grupo, los plesiosaurios eran los animales acuáticos más grandes de su tiempo, e incluso los de menor tamaño alcanzaban los dos metros de largo. Alcanzaron mayor tamaño que los cocodrilos más grandes, y eran más grandes que sus sucesores, los mosasaurios.

Estos animales evolucionaron de los remotos notosaurios, un género extinto de saurópsidos (reptiles) marinos del Triásico,​ que tenían un cuerpo parecido al de un cocodrilo. Los tipos principales de plesiosaurio se distinguen por el tamaño de su cabeza y cuello.

EL PLESIOSAURIO PERUANO

En el caso del Plesiosaurio peruano, este fue a morir en los sedimentos del Morro Solar, cuando toda la zona era el fondo marino, en el periodo Cretácico inferior, hace 135 millones de años aproximadamente.

Fueron los investigadores Iván Meza Vélez y Manuel Rojas quienes hallaron sus restos fosilizados en las rocas sedimentarias de los acantilados de la emblemática playa La Herradura, ubicada en el distrito de Chorrillos, en Lima.

Con este valioso hallazgo, el primero registrado en nuestro país y el segundo del Cretácico inferior de las costas del Pacífico de Sudamérica, la paleontología peruana agrega información biogeográfica valiosa y hace un nuevo aporte al conocimiento de la vida que existió en nuestro planeta.