Eran los años 2004 y 2006, cuando un grupo de astrónomos que investigaban las imágenes captadas por el telescopio espacial Hubble, detectaron un inusual cuerpo cerca de la estrella Fomalhaut, situado a 25 años luz de distancia de la Tierra y con todas las características de un nuevo .

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Este hallazgo fue descrito como el primer exoplaneta detectado directamente en una longitud de onda visible, en 2008, algo bastante novedoso en aquel momento debido al método de detección como a las características del cuerpo.

UN PLANETA PECULIAR

El método que se utiliza para detectar exoplanetas en el espacio es a través del ‘transito’ de estos alrededor de sus respectivas estrellas. Cuando un planeta pasa delante de su estrella, la luz de la estrella se ve ligeramente opacada. Este mínimo cambio en la intensidad de luz captado por el observador, significa que un cuerpo ha pasado por delante, tal como sucede cuando cubrimos la luz de una bombilla con nuestras manos, generando sombras.

Sin embargo, la razón por la que este planeta, al que bautizaron como Fomalhaut b, llamó tanto la atención es que era visible directamente. Además, por su tamaño era improbable que pudiera reflejar suficiente luz de su estrella para poder ser visto.

Pero eso no era todo, Fomalhaut b no tenía ninguna firma de calor infrarrojo detectable, algo extraño en un planeta aparentemente joven. motivo por el que los astrónomos intentaron dar una serie de explicaciones, como que este exoplaneta estaba rodeado de algún anillo de polvo de gran tamaño, entre otras teorías.

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DESAPARECIÓ

Sin embargo, más de una década después, cuando se examinaron nuevas imágenes tomadas por el Hubble entre 2013 y 2014, esta revelaron que Fomalhaut b había desaparecido. El brillo que manaba del supuesto exoplaneta se ha desvanecido y que ha crecido en extensión, siguiendo un movimiento equivalente a una órbita de escape.

Al respecto, el investigador András Gáspár, del Observatorio Setward de la Universidad de Arizona, después de examinar las nuevas imágenes, elaboró una explicación a este inusual fenómeno tras realizar un modelo con toda esta información.

Gaspár comprobó que, probablemente, lo que se observó en 2004 era el resultado de la colisión de dos rocas espaciales heladas, según se explica con detalles su estudio publicado en , y razón por la que en su momento parecía un nuevo exoplaneta.

COINCIDENCIAS ESPACIALES

Al igual que el descubrimiento de su desaparición fue casual, así también fue la detección de la nube de polvo generada por aquella explosión hace diez años y que en su momento se confundió con un nuevo exoplaneta.

Pero lo realmente sorprendente es que, según los cálculos realizados por el equipo de astrónomos, el suceso que llevó a la detección del presunto exoplaneta, hace diez años, es uno que solo sucedería en las inmediaciones de Fomalhaut una vez cada 200.000 años, por lo que se dieron el momento y lugar del espacio observado perfectos para lograr presenciarlo y generar la confusión.

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