Muchos, ya sea por trabajo, por estrés, o por malos hábitos; tendemos a estar despiertos después de la madrugada. Pero ello puede llevar a tener un mal sueño, o despertarse antes de tiempo por alguna ansiedad. Constantemente, puede llevar a la creación de malos hábitos como la ingesta de comida o la adicción al tabaco
Si no se tiene cuidado, algunas personas que están constantemente despiertas entre esas horas podrían llegar a las autolesiones o el suicidio. Así lo advierte la web especializada en ciencia y tecnología Hipertextual.
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Hay razones evolutivas e históricas por la que nuestro cuerpo reacciona así. Antes de que cambiáramos nuestro estilo de vida a uno más sedentario nuestros ancestros se dedicaban a la caza y a la recolección, actividades que se hacían durante el día, dejando la noche para descansar.
Eso llevaba a que los hombres fueran más vulnerables en la noche, siendo posibles víctimas de algún depredador.
Pero eso llevó a que se desarrollara nuestro cerebro y respondiera mejor a estímulos negativos durante la noche. Por ello, si una criatura atacaba, estaríamos más alerta.
Y aunque hoy en día ya no somos víctimas de grandes animales, nuestro cerebro todavía responde a estímulos negativos, ya sean incidentes que ocurrieron durante al día, a pensamientos más graves que llevan a la adicción y la autolesión.
Otro factor que afecta este aspecto es la influencia de los ritmos circadianos. Son patrones regulares de 24 horas que siguen las funciones fisiológicas de nuestro organismo. Un ejemplo de ellos siendo el sueño.
Cuando nuestro cerebro detecta luz a través de la retina, entiende que es de día, por ende, debemos despertarnos. Después de ello, ordena en nuestro cuerpo que tomen lugar varios mecanismos, como la inhibición de la secreción de melatonina, la hormona que nos ayuda tratar con el sueño.
Al eliminarla de nuestro cuerpo, estamos más activos. Esto también ocurre en caso contrario: cuando el cerebro ya no recibe tanta luz, lo interpretamos como la llegada de la noche, la hora de dormir. Por ello, se libera melatonina en el cuerpo.
Naturalmente, los ritmos circadianos no permiten que en general madruguemos, a pesar de que no se puedan adaptar para el estilo de vida de todos (los que trabajan en turno de noche, los que trabajan mejor durante la noche). Cuando el cuerpo se adapta a este formato, biológicamente no es lo indicado.
La falta de sueño en la noche lleva al cansancio y la irritación al día siguiente, con mayor probabilidad de que haya un incremento de pensamientos negativos. Para nuestro bienestar tanto físico como mental debemos respetar los horarios de sueño.