Papá gracias a la ciencia: Estudios de fertilidad para cumplir anhelado sueño

En los últimos años, la infertilidad masculina se ha disparado drásticamente en todo el mundo, la concentración y el número de espermatozoides han estado disminuyendo en las últimas cuatro décadas. La cantidad de esperma eyaculado por los varones ha descendido hasta un 59,3% y la concentración de esperma hasta un 52,4%.

Esta condición puede frustrar el sueño de algunos hombres que quieren formar una familia. Sin embargo, el avance de la ciencia permite estudiar el semen. Los especialistas en infertilidad pueden conocer las características principales de los espermatozoides en un hombre que desea ser padre, el problema se genera cuando estas células no presentan una forma o condiciones normales, representando así un gran riesgo para el objetivo de la fecundación.

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Actualmente, es mayor la cantidad de varones que tienen un conteo espermático por debajo del umbral de la subfertilidad o de la infertilidad, limitando sus probabilidades de ser padres. “Así como ocurre con las mujeres, el reloj biológico del varón también juega un papel fundamental en el éxito o fracaso de una concepción”, revela Augusto Ascenzo Aparicio, ginecólogo y experto en fertilidad asistida de la Clínica Miraflores, y past president de la Sociedad Peruana de Fertilidad.

El bajón reproductivo mucho tiene que ver el código genético y la edad del propio paciente. “Yo soy un mejor nadador a los 20 años que a los 40 años, eso mismo pasa con la fertilidad masculina”, sostiene Ascenzo Aparicio y aclara que “la calidad de los espermas baja con el tiempo; por eso, los donantes de semen suelen ser chicos menores de 25 años”.

Los estudios sobre fertilidad indican que la edad ideal para ser papá está entre los 20 y 40 años, después la fertilidad puede bajar en un 70% y hasta en un 80% cuando se pasa el umbral de los 50 años. Los hombres mayores de 50 años no puedan tener hijos. Además, a edades mucho mayores crece considerablemente el riesgo de que los gametos masculinos sufran alteraciones y fragmentaciones de su ADN.

Encontrar el mejor espermatozoide

Las técnicas de fertilidad asistida permiten seleccionar los mejores espermatozoides para mejorar las tasas de éxito en la fecundación. El nombre de este procedimiento es PICSI o ICSI fisiológico, que consiste en seleccionar el gameto más competente en base a su capacidad para unirse al ácido hialurónico (AH), el componente principal de las células que rodean el óvulo.

El AH juega un papel importante dentro del aparato reproductor femenino, específicamente en la selección de los espermatozoides más competentes para la fecundación. Solo aquellos gametos que han completado un correcto proceso de maduración son capaces de desarrollar receptores específicos para unirse al AH.

La selección de espermatozoides con esta técnica permite obtener mejores tasas de fertilización y embarazo y reduce las probabilidades de aborto. Su uso es recomendado en aquellas parejas con mala calidad espermática del varón o en aquellas a las que se ha practicado un ciclo de ICSI y no han obtenido los resultados deseados.

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