No obstante, el personal investigador de IrsiCaixa ha podido confirmar en este nuevo estudio que la actividad antiviral del CPC no va dirigida a la proteína de la espícula, sino que se centra en desestabilizar la membrana del virus, favoreciendo su ruptura. “Mediante diferentes técnicas de laboratorio, el equipo de Izquierdo-Useros ha podido confirmar que el mecanismo de acción del CPC consiste en romper la membrana del virus, sin atacar a ninguna proteína en concreto”, afirma el director de IrsiCaixa, Bonaventura Clotet. “Que el CPC no vaya dirigido a proteínas específicas de la membrana del SARS-CoV-2 es positivo ya que así conseguimos que sea efectivo frente a cualquier variante del virus”, añade Clotet.