Utiliza frases que puedas recordar con facilidad, pero sin palabras comunes. A esto agrega signos, símbolos y números, lo que contribuirá a que tu clave sea difícil de identificar. Si estás pensando que deberás memorizar largos passwords, te contamos que hay un truco. Por ejemplo, piensa en la frase “Mi padre José tiene 70". Si lo llevas al lenguaje de contraseñas, puedes abreviarlo a “mpJt70".