El que estaba destinado a ser el producto estrella de Samsung Electronics fue cancelado a decisión de la propia compañía y de forma permanente. El motivo: proteger la seguridad de sus clientes.
El problema comenzó tras la primera retirada de sus celulares del mercado ya que según la firma identificaron un defecto de fabricación en la batería de su smartphone de gama alta.
La empresa reemplazo el producto por los nuevos dispositivos Note 7, que, se supone, serían más seguros, pero entonces surgieron nuevos reportes que indicaban que también se incendiaban.
Entonces Samsung anunció que dejarán de venderlo.
Las autoridades estadounidenses y surcoreanas siguen investigando por qué los nuevos celulares sustitutos, en los que Samsung colocó baterías más seguras, seguían incendiándose.Los segundos celulares podrían haber tenido un defecto distinto al problema original, informó un funcionario de la agencia de seguridad de Corea del Sur. La Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentenas dijo que estaba investigando los defectos en los dispositivos.
En compensación, Samsung reembolsará el precio total del dispositivo o sustituirá el teléfono por otro modelo de su catálogo abonando la diferencia en el precio, además de un vale por valor de US$45 dólares.
La marca Samsung ya se ha visto manchada por quejas de que la empresa hizo un mal trabajo al buscar tranquilizar a los propietarios chinos, diciendo que sus teléfonos son seguros.
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