En un avance histórico sobre el modo en el que firmas occidentales hacen negocios en China, Apple anunció hoy que acordó trabajar junto a su socio Foxconn en mejorar sustancialmente los sueldos y las condiciones laborales en las fábricas que arman sus populares productos.
Foxconn —que manufactura los dispositivos de Apple— contratará a decenas de miles de nuevos empleados, impondrá mano dura contra las horas extras ilegales y mejorará los protocolos de seguridad, además de otros beneficios.
El anuncio se produce en respuesta a una de las mayores investigaciones realizadas sobre las operaciones en el exterior de una compañía estadounidense. Apple accedió a la revisión de la Asociación para el Trabajo Justo (FLA), en respuesta a una ola de críticas que afirmaban que sus productos eran armados a costa de malos tratos hacia los trabajadores chinos.
En organismo reveló que sus indagaciones a tres plantas de Foxconn y sus consultas a más de 3,500 trabajadores mostraban múltiples violaciones a la ley laboral, como horarios extremos y la falta de pago de horas extras.
El acuerdo se reflejará en precios más elevados para los consumidores, aunque el impacto sería limitado porque los costos de personal son solo una pequeña fracción del total en la mayoría de compañías tecnológicas.
La auditoría de FLA develó que durante tiempos gran producción, los chinos trabajaban más de 60 horas a la semana, en promedio.