| Lo que muchos temían se concretó esta noche. , la 'Madre de dragones' quien desde un inicio se presentó como una mujer justa, misericordiosa y preocupada de emancipar a los esclavos, no pudo contener su rencor y quemó una ciudad rendida; ganándose el alias de la 'reina loca' tal y como su padre. 

Daenerys fue forzada a tal tensión que la terminó quebrando. Murió Jorah Mormont (un hombre que la amaba y la aconsejaba), su mejor amiga Missandei y dos de sus hijos: los dragones Viserion y Rhaegal. Además, su trono se vio amenazado por Jon Snow, quien en realidad es Aegon Targaryen, auténtico sucesor de reyes.

Tras asesinar a Varys por traición, Tyrion tuvo una segunda oportunidad y le rogó que si escuchaba las campanas de la Fortaleza Roja, como signo de rendición, no ataque para evitar la muerte de muchísima gente. Daenerys le refutó, pues sabía bien que Cersei usaba esa 'misericordia' en su contra, pero tras la insistencia de su 'mano' ella accedió, o al menos eso dijo entonces. 

Una vez que llegó a Desembarco del Rey, Daenerys montada sobre Drogon incendia la flota de Euron Greyjoy, la compañía dorada y los escorpiones, ubicados sobre la muralla de la ciudad, que podían dañar a su dragón. Pero eso no es todo, incluso, los soldados de Cersei intimidados por la presencia de Drogon se rindieron y tocaron las campanas de la ciudad. 

La Fortaleza Roja había caído. Daenerys podía tomar el trono de hierro y no temer por el origen de Jon Snow, pues le juró lealtad (la característica de un Stark). Cuando parecía que ya todo estaba a favor de ella y se podía evitar derramar sangre inocente, el odio, el rencor y la locura se apoderó de Daenerys, quien ahora será recordada como la 'reina loca', aunque a diferencia de su padre ella sí logró quemar la ciudad sin importarle las consecuencias y sin tener alguien que la detuviera.    

Jon Snow quedó impactado y ordenó la retirada. Se fue junto a Ser Davos, ambos anonadados por lo que veían, pues la reina a quien le juraron sus servicios era alguien irreconocible. Tyrion tampoco le daba credibilidad a la destrucción que estaba viendo.

Daenerys se convirtió en aquello que juró vencer y en su consciencia cargará con las muertes de hombres, mujeres y niños que solo fueron rehenes de la insania de sus gobernantes y su entretenimiento favorito: un juego de poderes que nunca acaba.