Twitter cambia su estrategia y decide enfrentar frontalmente no solamente los discursos de odio, sino a los usuarios que se afilien a organizaciones con fines violentos.
A través de un comunicado publicado el 17 de noviembre, la compañía de los 280 caracteres, anunció un cambio en sus políticas y ahora monitoreará a sus usuarios dentro y fuera de la plataforma, a fin de suspender sus cuentas.
El Centro de Ayuda de Twitter destacó que no estará permitida la afiliación a "organizaciones que, ya sea por sus propias declaraciones o actividades dentro y fuera de la plataforma, usen o promuevan la violencia contra civiles para promover sus causas".
Este y otros cambios entraran en vigencia a partir del próximo 18 de diciembre, debido a que la regulación de la Unión Europea, obliga a las compañías a que informen sobre algún cambio en sus políticas con 30 días de anticipación.
Esta iniciativa forma parte de un conjunto de acciones que la red social pretende adoptar con el fin de acabar con los comportamientos abusivos y los discursos de odio.