Se suponía que iba a ser el evento más alucinante del año. Al menos, así lo vendieron sus organizadores, quienes prometieron un festival en el corazón de las Bahamas con todos los lujos que podrías imaginar.
Sin embargo, el mismo día de su inauguración —y luego de que decenas de personas pagaran hasta US$12,000 por la 'experiencia'— el Fyre Festival fue cancelado.
Quienes llegaron al lugar, que se suponía iba a realizarse en una isla privada durante dos fines de semana para que los asistentes llenen de selfies sus redes sociales, se toparon con una dura realidad: los habían estafado.
Al menos eso parecía cuando en vez de toparse con las 'acomodaciones de lujo' que les fueron ofrecidas, tuvieron que quedarse en carpas blancas diseñadas para albergar a refugiados tras un desastre o emergencia.
Además, la comida gourmet que les fue ofrecida, resultaron ser panes con queso y ensalada. Aunque lo más grave llegaría después: cuando los asistentes empezaron a quejarse de la falta de comida y agua para todos.
Por último, dada la nula presencia de seguridad en el lugar, muchos de los visitantes fueron asaltados. Al poco tiempo, una multitud de personas abandonó el lugar en busca de vuelos para regresar de vuelta a Miami.
Los organizadores publicaron un mensaje en el sitio internet del festival en el que anunciaron su "postergación" y pidieron "paciencia" al público.
"Como consecuencia de circunstancias que escapan a nuestro control, la infraestructura física no fue instalada a tiempo y somos incapaces de implementar nuestra visión en completa seguridad y para el placer de nuestros participantes", señalaron.
Atrás quedaron las promesas de "una experiencia única en la vida, con dos fines de semana de música, cultura, arte y gastronomía". "Imaginen a los artistas más de moda, las aguas más bellas del mundo, los yates, las motos de agua", remataba la oferta.
DATO