Aunque hayan modernizado bastantes elementos de nuestra sociedad, las redes sociales también han llegado a tener sus aspectos negativos en cuanto se refiere a su impacto en la gente. Al haber tanto contenido, más gente se siente apresurada para competer contra otros usuarios. Ahora, según recientes estudios, también podrían afectar el dinero de cada persona.
Es común ver publicidad en páginas como Instagram o Tiktok anunciado productos nuevos, e influencers promoviendo los productos. Los usuarios, asombrados, compran sin esperar; solo para que más adelante se arrepientan de la compra apresurada. Al ver otras publicidades de diferentes productos, menosprecian de su propia compra, ya que su cerebro les hace creer que la versión que compraron es la inferior a lo publicitado en las redes sociales. Cuantas más compras impulsivas hayan, mayor reducción del presupuesto.
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Pero esto no afecta solo el dinero, nuestra salud mental peligra bastante. Afecta más que nada a la generación Z, ya que son los usuarios más jóvenes que tienden a usar las redes sociales, y sus cerebros todavía están en una etapa de desarrollo. Al ver a varios usuarios exitosos publicar su ropa o sus talentos, varios usuarios desean estar en esa misma posición privilegiada, de poder poseer los mismos talentos o riquezas. Al estar expuesto a ese contenido usualmente, la auto-estima de las personas baja, lo que lleva a que su salud mental y percepción de sí mismo empeore con el tiempo.
Pero las redes sociales no cambiarían por ahora este ambiente tan tóxico porque perderían su elemento de publicidad. Lo más claro sería, en todo caso, asegurar a los usuarios que pasen menos tiempo en las redes sociales y lleguen a apreciarse por cómo se encuentran en el momento.