Facebook: Esta respuesta de una madre a un vendedor de cremas anti-edad se convirtió en viral. (Facebook/annick.robinson)
Facebook: Esta respuesta de una madre a un vendedor de cremas anti-edad se convirtió en viral. (Facebook/annick.robinson)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Annick Robinson, una madre de Montreal, , estaba la semana pasada caminando en el aeropuerto internacional de Calgary cuando fue atraída a una tienda que vendía la promesa del jabón totalmente natural. Hasta ahí todo normal, según consignó .

Robinson se acercó al vendedor y este, luego de iniciar la conversación con cumplidos ("tú piel se ve muy natural, tu no estás usando ningún maquillaje, ¿no?) le recomendó un producto para evitar que sus arrugas se hicieran más visibles.

A continuación, se inició un diálogo que la misma protagoniza publicó después en y que hasta ahora ha sido compartido más de 16,000 veces.

"¿Qué hay de malo en que una mujer se vea de 40 años?", preguntó Robinson. En ese momento, el hombre insistió y trató de venderle una crema para quitar las arrugas debajo de los ojos, pero a Robinson no le interesaba nada de eso tampoco.

"¿Qué hay de malo en mis ojos? Tengo un bebé en casa y no he dormido en dos años, por lo tanto tengo bolsas y estoy orgullosa de tenerla, y a mi marido y a mí no causa mucha gracia, y a él le encanta cómo me veo… Creo que no necesito su crema".

Cuando el vendedor intentó ofrecerle un último producto ("más barato que el Botox") ella remató con esta frase:

"Yo luzco bien ahora, y cuando tenga 45 voy a lucir muy bien, y cuando tenga 50 años también luciré muy bien, porque no hay nada de malo en que la mujer envejezca. La vejez es un privilegio que negamos demasiado, y yo no aprecio ni tu marketing, ni tus productos, ni tus técnicas de venta que denigran a la mujer mayor. Gracias, pero no quiero y no necesito tu crema".

La publicación de Robinson fue recibida con entusiasmo por las mujeres, quienes felicitaron que se defendiera y no se dejara llevar por las tácticas de marketing que se aprovechan de las propias inseguridades de cada uno.

Más tarde, Robinson actualizó su publicación para manifestar que estaba "conmocionada" por la cantidad de personas que habían leído y compartido su historia, y aprovechó para dejar un último mensaje:

"Vamos a terminar con las prácticas comerciales depredadoras que venden auto-odio a las mujeres de principio a fin. Las mujeres tienen cosas más importantes que hacer en 2016 que gastar un solo minuto en preocuparse por nuestras arrugas o la aceptabilidad de nuestros muslos".

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