Gustavo Cerati, el ícono de la música argentina y de Latinoamérica, falleció un 4 de septiembre de 2014, tras permanecer en coma por más de cuatro años. Un accidente cerebrovascular inició un calvario que mantuvo a sus familiares, amigos y fans a la expectativa.
Pero nada se pudo hacer y el músico, nacido un día como hoy, se despidió de este mundo, dejando un enorme legado musical y un gran vacío para los amantes de la música. Su vida privada, según cuentan las personas que lo conocieron, era bastante disipada y llena de excesos, los cuales afectaron su salud.
“Cerati: La Biografía”, libro escrito por Juan Morris, periodista y secretario de redacción de la edición argentina de la Rolling Stone, narra los últimos días del cantautor argentino, quien días antes de llegar a Caracas acarreaba malas noches en medio de fiestas, drogas y alcohol.
Según varias versiones, Gustavo Cerati mantenía la misma rutina: fumar, beber y subir al escenario. Posteriormente, el cantautor argentino pedía seguir la “rumba” en algún local conocido, para estar rodeado de mujeres en medio de más alcohol, cigarros y cocaína.
Pero lo que habría sido determinante en el accidente cerebrovascular habría sido el consumo de viagra, mientras salía con una joven de 22 años de nombre Chloé, quien lo acompañó en gran parte de su última gira.
Gustavo Cerati ya tenía antecedentes de problemas cerebrovasculares. En 2005, sufrió de intensos dolores y calambres en una pierna, por lo que fue diagnosticado con trombosis y le pidieron mantener el reposo absoluto.
Años más tarde, pese a asegurar en algunas entrevistas que estaba alejado del cigarrillo y otros excesos, su cuerpo no aguantó más y luego de su presentación en Caracas se desvaneció en el mueble de su camerino.
Gustavo Cerati fue trasladado al Centro Médico Docente La Trinidad, 24 horas más tarde de ser internado, los médicos informaron que había sufrido un ACV (ataque cerebrovascular o derrame cerebral) y tuvo que ser operado de urgencia. No despertó jamás.