Gonzalo Salinas, peruano que radica en Florida, Estados Unidos, asegura tener la fórmula para vencer la adicción a la , un problema que precisa es una “epidemia silenciosa” que las autoridades deberán empezar a tratar pronto como una amenaza de salud pública.

En conversación con Perú21, el escritor nacional cuenta todo lo que lo llevó a escribir 'Venciendo la adicción al porno: 7 pasos para tener una vida sexual sana', libro que es todo un éxito la comunidad latina e hispanohablante.

Estudiaste literatura, ¿jamás imaginaste que tu primer libro sería sobre un tema como este? ​Cuando entré a estudiar a la Universidad San Marcos, lo que quería escribir eran cuentos, novelas o ensayos. Me encantan los libros, pero jamás en la vida imaginé que escribiría sobre un tema así. Decidí hacerlo porque quiero ayudar a otras personas que están pasando por lo que yo pasé.

¿Cómo te das cuenta que eres adicto al porno? Me pasó en tres ocasiones, específicamente en mis relaciones sentimentales. Tomé consciencia cuando me empecé sentir más deseoso que mi pareja me dejara solo en casa para encontrarme con la pornografía. Uno sabe perfectamente cuando pierde la fuerza de la voluntad.

¿Cómo es que tu adicción termina colocándote al borde de la muerte? El hiperestímulo de porno puede llegar a provocar que tu organismo sea incapaz de tener erecciones. Al estar programado a la excitación provocada de la pornografía, esto hace que pierdas la capacidad de estimularte sexualmente con una mujer de verdad. No podía tener una erección y eso me llevó a una depresión severa. Una novia me dejó porque no funcionaba sexualmente. Empecé a evaluar la posibilidad de matarme.

¿Qué tan evidentes son los síntomas que producen la adicción al porno? Lo más claro es cuando no puedes tener una erección con una mujer de verdad, pero si con contenido pornográfico. Ese es solo uno de los síntomas, hay otros psicológicos, sociológicos y fisiológicos. Ansiedad, depresión, eyaculación precoz, eyaculación retardada, impotencia, entre otros. La mayoría de la gente no lo sabe porque no investiga y porque es un tema que avergüenza. Sin embargo, en los próximos diez años las autoridades van a tener que tomar medidas para contrarrestar este problema de salud pública.

Las redes sociales parecen tener un papel importante. Gracias a los grupos de WhatsApp, compartir pornografía entre amigos se ha normalizado. El Internet influye mucho en esto y da poder a ese mundo superficial. Llegan a creer lo que ven en la pantalla. Las personas creen que la gente de Instagram es feliz todo el tiempo y no son conscientes que ellos también tienen problemas. El cerebro humano no diferencia un cuerpo desnudo real y uno ficticio. Te programa a recibir una recompensa de índole sexual sin hacer un tipo de esfuerzos. Las consecuencias son negativas y terminas convirtiéndote en un parásito del placer.

¿Cómo evitar recaer en la pornografía? Tú última recaída fue hace relativamente poco, en 2017. ​Puedes minimizar la cantidad de caídas que tendrás, pero recaer es casi obligatorio en el proceso de sanación. Siempre lo explico para que los adictos no sientan culpa o vergüenza cuando recaigan.

Mientras más porno vemos menos sexo tenemos, ¿es un mito? Creo que mientras más pornografía vemos, menos calidad sexual tenemos. El porno ha venido a dictar un guión completamente absurdo de la sexualidad. No hay seducción, existen estereotipos atípicos en la industria de las películas para adultos. Se normaliza que el sexo solo inicia con la penetración y termina con la eyaculación masculina. Eso es falso y si lo llevas a la vida real, lo más seguro es que tendrás la peor experiencia sexual del mundo. Se imita una forma mediocre de tener sexo. Una escena de 50 minutos la filman en casi tres días.

¿La adicción a la pornografía es únicamente en hombres?

He trabajado con par de chicas en mis talleres. Por lo general, me ha tocado guiar más a hombres, pero no creo que la adicción sea problema de un solo género.

DATO: -15 de los 50 estados de EE.UU. han declarado la pornografía como una amenaza para la salud pública.