En un último estudio de ManpowerGroup, en el que encuestó a 300 empleadores de la gran, mediana, pequeña y micro empresa del país, se reportó que más del 90% de ellos sí han contratado a jóvenes en los últimos 12 meses. Además, en este proceso de selección, la consultora informó que el 87% de los jóvenes postulantes fueron contratados como empleados formales y el 70% de este grupo obtuvo un contrato por tiempo indeterminado.
Sin embargo, la búsqueda de talento adecuado sigue siendo un desafío para los empleadores y para el mercado laboral en general. El 80% de los empresarios encuestados buscan contratar a más jóvenes, pero, paradójicamente, el 59% de ellos señala que tiene problemas para encontrar el talento joven necesario. Frente a esta situación, la experta en outplacement y gestión de talento, Silvana Cárdenas, Directora de Right Management en ManpowerGroup Latam, comparte algunas iniciativas para mejorar la empleabilidad de mujeres y hombres jóvenes:
¿Qué pueden hacer los propios jóvenes?
- Incorporarse en oportunidades para becarios, eventuales o temporales, y hacer carrera en las organizaciones.
- Procurar buscar un trabajo o prácticas preprofesionales antes de terminar su carrera.
- Aprender un segundo idioma y tomar cursos adicionales especializados en alguna materia.
¿Cómo pueden contribuir los empleadores?
- Promover modelos de trabajo flexibles, programas de becarios y fortalecer la inclusión laboral.
- Capacitar a jóvenes sin experiencia laboral y potenciar sus habilidades blandas.
- Reformular beneficios salariales y no económicos para así atraer a más jóvenes y evitar el crecimiento de la informalidad y el trabajo inseguro.
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El aporte del Gobierno:
- Fomentar políticas públicas y programas de apoyo para la incorporación de jóvenes a las organizaciones.
- Desarrollar estrategias de apoyo para el talento emprendedor.
- Enfatizar en políticas flexibles para atraer a más empresas del sector informal hacia la formalidad.
El aporte de la Academia:
- Las universidades o institutos deben promover la búsqueda de prácticas y generación de experiencia antes de terminar la carrera.
- Priorizar también la enseñanza de habilidades blandas: comunicación, resiliencia, adaptabilidad, resolución de problemas, entre otras.
- Alinear las currículas con las necesidades actuales del mercado laboral y del futuro del trabajo.
“Es importante también considerar el desarrollo de mentoring y coaching para los jóvenes, con el fin de generar conciencia del trabajo en equipo y una cultura colaborativa, preparándolos para las relaciones laborales e intercambio de ideas con objetivos comunes. En la medida que se incorporen más rápido a una empresa, más experiencia y mayor capacidades y habilidades tendrán para capitalizar su talento y continuar su desarrollo profesional”, concluye Silvana Cárdenas.