Sin conocer el destino que les espera, Izio y su familia, así como miles de polacos iguales a ellos, vecinos del pueblo, comerciantes, su mejor amigo Marek, son separados, llevados a guetos y obligados a trabajar como esclavos como preludio de algo mucho más terrible: ser enviados a los campos de concentración donde solo los espera la muerte. Izio, tras perder el rastro de sus padres, aprenderá a valerse por sí mismo, a escapar día a día del destino adverso que la vida le impone.