StarCraft: Remastered
StarCraft: Remastered

Redacción PERÚ21

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Por David Ramírez / Colaboración de Power Gaming Network

Han pasado casi 20 años desde que salió 'StarCraft', un juego que marcó tendencia por ser fácil de aprender, tener escenas de video que agregaban dinamismo a la historia y por ser el primer título de estrategia en tiempo real que te permitía jugar con facciones que tenían dinámicas únicas entre ellas cuando la norma era que todas fueran iguales desde un punto de vista de jugabilidad como 'Age of Empires' o 'Warcraft II'.

Es imposible negar la influencia que tuvo este juego tanto en la cultura popular con cosas como el Zerg Rush - como en los cimientos de los videojuegos, volviéndose competencia profesional a nivel mundial, además de catapultar a Blizzard como uno de los mejores desarrolladores de la industria.

Pero el tiempo pasó y la acogida de su secuela no resultó tan cálida en países como Corea, donde aún juegan 'StarCraft: Brood War', el cual está empezando a tener problemas de compatibilidad con sistemas modernos. Es por esto que Blizzard nos trae 'StarCraft: Remastered', una reedición de 'Brood War' pero con numerosas mejoras.

Forma de juego

Para los jóvenes o inexpertos, StarCraft es un juego de estrategia en tiempo real de corte futurista, muy influenciado por títulos como Warhammer 40,000. El RTS de Blizzard tiene como objetivo reunir recursos, construir una base y producir unidades para vencer a tu oponente; ya sea este un amigo o la computadora en una de las seis campañas, cada una centrada en una de las tres razas del juego.

 Entre estas razas podemos encontrar a los Terran, quienes vendrían a ser los humanos; los Protoss, una especie ancestral humanoide muy avanzada que purga mundos a su paso; y el enjambre Zerg, unos seres alienígenas sin razón alguna que destruyen todo lo que ven y viven absorbiendo y evolucionando de manera constante. Veremos a los tres en una odisea espacial que empieza con una simple colonia atacada por los Zerg hasta llegar a una compleja trama de política y traición donde se pone en juego el destino del universo.

Lo primero que hay que saber es que se trata del mismo juego del 98. Esto significa que la historia es la misma y la forma de jugar las partidas tampoco ha cambiado. Esto conlleva a las mismas limitaciones de siempre: un máximo de selección de hasta 12 unidades simultáneas y un pathfinding que aún sigue siendo desastroso y manda a tus unidades por el camino equivocado, además de algunos bugs como cuando las Valkyrias dejan de atacar al haber muchas en pantalla.

El motivo de mantener la jugabilidad intacta se debe a que muchos jugadores profesionales en varias partes del mundo solo quieren jugar Brood War como lo hacían hace 20 años sin querer cambiar ni el más mínimo ápice. Por otro parte, el juego también está orientado hacia los nostálgicos, quienes también desean jugar StarCraft como lo hacían cuando eran más jóvenes.

Esto es bueno y malo a la vez. Por un lado asegura una buena base de jugadores y una fuerte escena competitiva, pero por otro pone una barrera enorme a cualquier nuevo jugador que quiere empezar a jugar este clásico pero no puede lidiar con la gran cantidad de restricciones no presentes en la mayoría de los RTS más actuales. Lo ideal hubiera sido que implementaran un Modo Legado separado para los jugadores que buscan el gameplay original, así dando espacio a la implementación de ciertas mejoras para los jugadores que quieren ver a un StarCraft más acorde a los tiempos modernos.

Ahora te preguntarás: ¿Si el juego se juega exactamente igual que hace 20 años, dónde están las mejoras?

La principal característica de esta remasterización es el lavado de cara que recibió. Para los que no se acuerdan, StarCraft era un juego enteramente en 2D que usaba sprites de modelos 3D pre-renderizados, algo similar a la técnica que usaba Killer Instinct con sus peleadores. Se usó la misma técnica con sus escenarios, semejante a juegos como Final Fantasy VII y Resident Evil. El problema es que dichos modelos tridimensionales están ahora perdidos u obsoletos. Los sprites originales tampoco están a la altura considerando la resolución de los monitores modernos.

¿La solución? Generar nuevos gráficos 3D de mayor calidad basados en los sprites originales y en el arte conceptual de la época, colaborando con los artistas originales para que sean lo más fiel posibles a los verdaderos. Es por esto que uno no puede notar al inicio la diferencia entre los originales y los nuevos, pero al observar mejor logra darse cuenta que estos últimos son notablemente más detallados. Podrás ver que los zerglings tienen dedos o que había una persona girando encima de la torreta de misiles.

Es así como los nuevos sprites logran soportar una resolución de hasta 4K, un cambio brutal del 640x480 del original, permitiendo que StarCraft sea disfrutado a través de todo tipo de monitores. También se agregó la opción de jugar en pantalla panorámica (16:9) como es obligatorio hoy en día, aunque puedes volver al formato 4:3 si deseas con solo presionar un botón.

Blizzard hizo un esfuerzo extra y rehizo todas las “caras” de las unidades que vemos al tenerlas seleccionadas, unas con más éxito que otras, aunque sigo pensando que los Protoss tenían mucha más personalidad con las caras antiguas.

El audio ha sido completamente restaurado, contando con el doble de frecuencia para revelar los verdaderos sonidos que tenían los desarrolladores originales, pero evitando cambiar cualquier sonido único para mantenerse fiel al original. La música también ha sido remasterizada para realzar la trama de la historia y las intensas batallas. Con excepción del inglés, se volvieron a grabar las voces de todos los idiomas, y se agregaron 12 idiomas nuevos, como el coreano, portugués y español latino.

Una de las mejoras más interesantes es el llamado “Dynamic Lighting”, el cuál solo es soportado por tarjetas gráficas que tengan 2.2GB o más de memoria. Este permite cambiar la iluminación de las unidades y edificios en torno al mapa en el que estés y a las acciones que estén ocurriendo cerca, como explosiones y disparos. Esto cambia completamente el look del juego, haciéndolo ver mucho más “CGI noventero” que antes.

Lo que es realmente lamentable es que las famosas cinemáticas no hayan sido rehechas o por lo menos renderizadas a una mayor resolución; se siguen viendo tan básicas como se veían hace 20 años y esto hace que contraste con el aspecto pulido del juego en general.

Al igual que en remasterizaciones como Halo: Combat Evolved Anniversary y The Secret of Monkey Island: Special Edition, con solo poner F5 puedes volver al look original y darte cuenta que en jugabilidad no ha cambiado, hasta el punto en que puedes jugar contra personas que aún conservan el StarCraft original.

 Sin embargo, sí existen algunos extras como matchmaking avanzado, acceso a la nube para grabar tu progreso, mapas customizados y grabación de replays, entre otros. La cereza del pastel está en el precio: US$15, una ganga para todo este trabajo de restauración que será del agrado de ambos fanáticos y nostálgicos.

StarCraft: Remastered se ha unido a esa selecta lista de remasterizaciones que han conseguido mantener su gameplay intacto y, al mismo tiempo, traernos mejoras audiovisuales que aumentan la longevidad del juego. La historia sigue siendo excelente, la campaña se ha mantenido fresca y el gameplay es tan divertido como siempre.

Puntaje: 8.5 – Excelente

Pros:
• Mantiene el espíritu del original
• Puedes jugar con los usuarios del original
• Gráficos y música mejorados
• Gameplay se mantiene intacto

Contras:
• Ciertas limitaciones de gameplay permanecen
• Cinemáticas sin retocar ni mejorar

Consejo #1 – Utiliza el mejorado visor de replays para aprender las grandes jugadas directamente de los profesionales

Consejo #2 – La mejor forma de elegir que raza usar es probando a todas y ver cuál se ajusta más a tu estilo de juego. Los Terran son más flexibles, los Protoss pueden flanquear a tu oponente y los Zerg destrozarlos con su velocidad