Esta obra de arte del cine animado se estrenó a mediados de 2008, con un mensaje ecológico que está más vigente ahora, porque la Tierra se encuentra todavía más amenazada. Vemos al planeta a través de WALL•E, este personaje que, siendo solo un robot de metal un poco oxidado, muestra mucho sentimiento y valor por la vida, hasta por una planta, como muestra la película.
Incluso persigue el amor verdadero hasta más allá de los límites planetarios, representado por Eva, un androide más avanzado y con la misión de restaurar una sociedad enclaustrada en el espacio, a la espera de un planeta que se cure de todo el mal que le causó el hombre. Esta, como muchas películas futuristas, avizora el destino que estamos provocando, pero con la esperanza de que no se cumpla.
Por eso la importancia de esta película, porque su narrativa nos da una bofetada por nuestras acciones, pero tiene como mensaje que se puede cambiar, y depende de nuestras manos. No esperemos darle la responsabilidad a un pequeño robot programado para salvar este mundo. Así veremos la película de nuevo; seguro será tan emocionante como la primera vez.