Redacción PERÚ21

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Detrás de sus ojos negros, de su ceño siempre fruncido, de sus labios apretados y sus mejillas rendondas y abultadas, Griselda Blanco escondía un huracán de malicia, todo lo contrario a la paz. La llamaban 'La viuda negra', 'La madre de la cocaína', y era cabecilla del Cartel de Medellín. Había nacido en esa ciudad, el 15 de febrero de 1943, en medio de una familia disfuncional que le dejó cicatrices de guerra: a los 13 años, tras ser violada por su padrastro, huyó de casa. Su perro pastor alemán se llamaba Hitler.

Iba a cumplir 18 cuando se casó con José Trujillo, su primer esposo, con quien tuvo 3 hijos, y luego con Darío Sepúlveda. Sería madre nuevamente. En la década de 1970, Blanco y su tercer esposo, Alberto Bravo, emigraron a la ciudad de Queens, Nueva York, donde montaron su imperio de la cocaína. Todos acabaron de la misma manera: ella los mató como se mata a las arañas. Al menos, eso dice la historia policial.

Griselda Blanco fue responsable de un imperio que alcanzó a mover miles de millones de dólares, a emplear a más de 1.500 traficantes, a planear el secuestro de John Kennedy Jr., a iniciar a Pablo Escobar en el negocio de la droga en Estados Unidos, a ser responsable de cerca de 250 asesinatos y a poner en jaque a la DEA.  El narcotraficante Max Merlmestein, en su libro ‘El hombre que vio llover coca’, señala que “si Griselda Blanco no hubiese existido, no habría habido guerras de cocaína”.

Retratos de la mujer que asesinó a sus tres esposos
Retratos de la mujer que asesinó a sus tres esposos

Blanco ideó la manera perfecta para ser invisible ante la policía. Para que las 'mulas' o 'burriers' no fueran detectadas. Diseñó tacones y brassieres con compartimentos secretos. Sus técnicas para llenar a Miami del polvo blanco eran tan osadas que, en 1976, en los 200 años de la independencia de Estados Unidos, metió en los revestimientos interiores del buque Gloria, que asistía a esa celebración, mil kilos de cocaína avaluados en más de 40 millones de dólares.

Acosada por la cacería que las fuerzas legales e ilegales habían montado con ella como presa, se fue de Miami y se instaló en una modesta casa en California. La madrugada del 10 de febrero de 1985, la DEA la capturó allí. Estaba con su mamá y con su hijo Michael Corleone. Su prontuario daba para pena de muerte o cadena perpetua, pero el juicio sufrió un revés.

Tan sangrienta como su personalidad fue su muerte. 'La Viuda Negra' murió de dos balas en la cabeza gatilladas por dos pistoleros que iban en una moto. Tal vez fueron sicarios que aprendieron las destrezas que implementó ese modus operandi de asesinato para sus enemigos.

Los restos de Blanco se ubican a 120 pasos de la tumba de su alumno Pablo Escobarm, a quien consideran como 'El Patrón del Mal' en los Jardines Montesacro, Medellín, ese hombre a quien lo introdujo en el mundo del narcotráfico para amasar una gigantesca fortuna a través de la venta del polvo blanco.

ESCABROSA HISTORIA

Su vida ahora llega a la pequeña pantalla en la película para televisión titulada 'Cocaine Godmother' ('La Madrina de la Cocaína'), la cual se estrenó el fin de semana en el canal estadounidense Lifetime. La actriz británica Catherine Zeta-Jones es la encargada de encarnar a Blanco, una interpretación que le ha valido algunas críticas. Según algunos usuarios, los productores podrían haber elegido a una actriz latina en lugar de Zeta-Jones, originaria de Gales. La actriz ha dicho que “es el tercer papel hispano que  interpreta: "Tuve uno protagónico en ‘El Zorro’, para el que hice audición con seis mujeres hispanas y obtuve el papel. No sé qué decir. Y era completamente desconocida en ese punto", se defendió. Como sea, de Griselda Blanco se sigue hablando. Poco antes, una serie colombiana llamada 'La Viuda Negra', con dos temporadas de duración, contó la escabrosa historia de esta mujer. 

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