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Barbie bajo la lupa: Una conversación necesaria sobre el empoderamiento femenino
“Es la película dirigida por una mujer que ha recaudado más dinero y de pronto sale todo el mundo a exigirle todo lo que se podría haber hecho mejor, reforzando el discurso de que las mujeres tenemos que ser extraordinarias todo el tiempo”, remarcó la activista Ana Lucía Mosquera Rosado.
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Tienes que ser buena en tu trabajo, pero no tanto como para que el hombre se sienta amenazado, debes ser una madre ejemplar, pero no debes descuidar ni a tu esposo ni a tu trabajo, pero si solo te dedicas a ser ama casa, quedas como una persona floja sin aspiraciones en la vida. Además de llevar la casa y el trabajo en perfecto equilibrio, debes verte linda, ir al gimnasio, maquillarte, y estar lista como para una sesión de fotos o de lo contrario, estás acabada y tu pareja puede perder el interés en ti. Esos son algunos de los comentarios y exigencias que debe soportar una mujer a lo largo de su vida y que es parte del potente discurso de unas de las cintas más comentadas del año.
Hace unas semanas, se abrió un oasis en medio del desierto: un mundo donde los papeles se habían invertido. Se trató del estreno de Barbie, una película con mucho marketing, y de la que no se esperaba mucho, que sorprendió a la audiencia.
Para Ana Lucía Mosquera Rosado, comunicadora feminista y consultora en temas de diversidad equidad e inclusión, es una cinta inesperada en función a toda la campaña previa.
“Vendió la idea de recuperar todo lo que el universo de Barbie representa, que tiene un montón de problemas en cuanto a estándares de belleza irreales y a todo el legado que dejó la construcción de Barbie como un personaje que marcaba la vida de las mujeres a lo largo de los años. Nos dejó gratamente sorprendidas porque tiene una visión bastante crítica y nos plantea una reflexión. ¿Qué es lo que va a lograr y ha logrado? Y cómo a partir de esta historia ficticia que es bastante amena de ver, también es posible trazar una línea muy clara sobre qué es lo que pasa con todas las expectativas irreales que se generan sobre las mujeres”, resaltó.
También consideró que la trama cuestiona los roles de género y la implicancia que tiene el machismo sobre el patriarcado como un sistema. “Creo que cumple el objetivo, que es remover un poco esas estructuras y promover la conversación sobre el patriarcado”, expresó.
En tanto, la activista feminista Ayesha Dávila, comunicadora social y presidenta de la asociación civil CrESIendo, señaló que esta cinta sacó roncha entre los hombres porque los retrataba de la forma en que ellos han tratado por siglos a las mujeres. En un papel relegado, casi como de adorno, en donde no podían tomar decisiones ni ser tomados en cuenta.
Es así que muchas masculinidades frágiles se mostraron en desacuerdo con la historia.
“Muchas veces así también nos presentan a las mujeres en las películas, con personajes absurdos, y a nadie le molesta. Me parece interesante que la película pueda mostrar esa otra cara. Hay un humor que puede ser burdo, pero ha servido para plantear esas situaciones. Ahora, se desesperan porque Ken siga siendo el galán, el macho. Eso ha generado mucha incomodidad”, indicó.
Sobre este punto, Mosquera Rosado fue más crítica: “Respecto al papel de Ken, no es sorprendente que hayan personas que no estén contentas con cómo se pinta al patriarcado. Es interesante que la mayoría de reacciones sea de hombres conservadores que sienten que así no son ellos o así no se ve sistema cuando, en realidad, eso es lo que realmente sucede. La directora lo hace evidente, desenmascara una realidad palpable para todas las mujeres a diario”.
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La maternidad marginada
Si bien Barbie es un punto de partida para iniciar un debate sano y enriquecedor y poner en vitrina temas como la desigualdad, todavía le falta mucho para ser considerada una película feminista, pues a pesar del empoderamiento, margina a personajes como Midge, la muñeca embarazada, y el papel de la maternidad.
“Hay un discurso bellísimo de América Ferrera, muy poderoso, que habla sobre la maternidad y la carga mental, pero el tema no se reivindica al final de la película. A esta muñeca se le sigue marginando, se le sigue vetando, se le sigue tratando como algo que no haya existido nunca”, sostuvo la activista Dávila.
“Quizás fue por diversos factores, como que Barbie fue creada para ser siempre soltera, nunca madre. Tal vez tiene otra mirada desde el conservadurismo porque, supuestamente, puede fomentar el embarazo precoz. Sin embargo, sabemos que mientras más se hable del tema habrá menos embarazos adolescentes”, refirió.
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Otra de las críticas desde el punto de vista la presidenta de CrESIendo fue que el filme cayó en el rol del patriarcado de imponer un género y menospreciar o ningunear al otro: “Al cierre de la película pasa eso, que los Ken quieren acceder a algún cargo, tomar decisiones, pero no pueden. Y América Ferrera hace una comparación con el mundo real y sostiene que las mujeres pasan por esto a diario”.
Con una mirada diferente, Ana Lucía apuntó que “el feminismo es diverso y amplio y muchas ramas del mismo no se identifican con la producción. Ana Lucía Mosquera Rosado, sostiene que “debemos quitarle todas las sobreexigencias que recaen en el mensaje que se intenta dar. Es la película dirigida por una mujer que ha recaudado más dinero en la historia y de pronto sale todo el mundo a exigirle todo lo que se podría haber hecho mejor, reforzando el discurso de que, efectivamente, las mujeres tenemos que ser extraordinarias todo el tiempo, hacerlo todo bien. Eso ha creado estas expectativas irreales sobre esta historia. No le podemos exigir a un producto comercial reflexiones profundas sobre el tema”.
A pesar de las críticas que pueda haber despertado la producción, es destacable que un ícono mundial como esta muñeca, haya hecho un llamado de atención y puesto los focos en la desigualdad causada por el patriarcado, tema tan normalizado, especialmente en países tercermundistas, como el Perú.
“Es destacable que se haya generado un debato sobre el patriarcado, que se hable de las desigualdades de género, del acoso al que estamos expuestas las mujeres, del agotamiento mental”, añaden ambas.
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¿Ayudará a cambiar la situación de las mujeres?
Aunque la finalidad de esta producción sea entretener y ganar dinero, Dávila expresó que como toda creación artística tiene una influencia y servirá para generar incomodidad y que muchos se cuestionen si el rumbo actual es el adecuado. Sin embargo, es improbable que haya un cambio porque “finalmente, la toma de decisiones y las acciones están en el propio poder de la clase política y de la sociedad”.
Del lado del que se esté, es importante destacar que Barbie, desde una mirada sarcástica, ha puesto en la palestra la forma en que son vistas las mujeres y el lugar que ocupan en el mundo. Depende de la educación, la apertura y la empatía lograr cambios estructurales que favorezcan el desarrollo pleno de todas las personas.
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