La serie busca normalizar el amor y la libertad. Es como colocar un espejo para mostrar lo que existe y no queremos ver. Es como abrir las cortinas para confirmar una realidad que hace rato explotó en la cara pero que pocos quieren contar, comentar o aplaudir. Existen las familias diversas, y estas familias siguen siendo miradas como raras. Pero existen, y en esta sociedad, como la peruana, que margina y excluye, 'La Casa de las Flores' es un remezón estridente, que te encara de frente a un puñado de travestis cantando maravillosamente bien temas de Gloria Trevi o Yuri; y que va más lejos: te recuerda que las familias de papá y mamá no son las únicas que existen. Paulina y María José tienen un hijo, personificado por Luis de la Rosa, el tercer Luis Miguel de 'Luis Miguel, la serie'. En su discreta actuación, los silencios y miradas de este talentoso joven actor abre varias lecturas. Los adolescentes y los jóvenes están viendo el amor como normal, mientras los adultos seguimos cuestionando lo que muchos, muchísimos chicos, no problematizan. Lo he visto con mis hermanos, con mis alumnos, con el hijo de mi ex pareja, y con el hijo de una pareja de amigas. Mientras nosotros hablamos todavía de 'clóset', esta generación hiperconectada no conoce armarios. Claro que hay excepciones. Pero otra es la minoría. Solo que esa minoría es la que tiene poder, la que ofende, la que castiga y silencia.