Vive en una piña debajo del mar. Por más de una década, Bob Esponja ha entretenido a miles de niños con su exitoso programa de televisión, llenando sus tardes con risas y diversión. Ahora, según las declaraciones de su actor de voz original, Tom Kenny, este personaje padece del trastorno del espectro autista, hecho que ha causado sorpresa en muchos de sus fans.
En su más reciente visita a la convención de fans, Motor City Comic Con, en Michigan, Estados Unidos, el actor habló de una tierna experiencia, al decir que su personaje amarillo está "en el espectro". "Un fan en el espectro una vez se acercó a mí y me dijo. 'Tengo una pregunta, Tom: es Bob Esponja autista?'", comentó el actor en un video compartido en redes sociales. "Y yo dije: ¡sí, por supuesto! ¡Claro que lo es!"
"Y le dije: ¿sabes qué? Ese es su superpoder, de la misma forma que es tu superpoder", agregó.
El actor reveló bastante sobre el personaje, admitiendo que le habían preguntado sobre ello antes. "Creo que les gusta un personaje honesto, sin filtros, que hace lo que quiere. No es la primera vez que me preguntan de ello".
Kenny habló más acerca de ello: "Sé que los niños autistas tienen a concentrarse en ciertos temas y ciertas series, pero hay algo especial de "Bob Esponja", y no sólo porque "Bob" es un show muy popular", detalla el actor de voz.
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Rodger Bumpass, el actor que hace de Calamardo, el vecino gruñón de Bob Esponja, admite a una entrevista a la página Bleeding Cool que esto tiene que ver con el hecho de que "hay una simplicidad" en el programa, "no solo en los chistes y las palabras, sino en los colores y los dibujos, que también podría atraer a niños o adultos autistas".
"Bob Esponja" hace poco ha celebrado su 25 aniversario, habiendo sido estrenado originalmente en 1999. Hasta el día de hoy, se siguen haciendo nuevos episodios, y Tom Kenny ha dado la voz al personaje desde el primer día.
¿QUÉ ES EL TEA?
El trastorno del espectro del autismo (TEA) es una condición que afecta al funcionamiento de áreas como la comunicación, la interacción social, los intereses específicos, y la flexibilidad del comportamiento de los niños.
El TEA no es una enfermedad y se presenta en distintos niveles en niños, niñas, adolescentes y adultos. Mientras que hay personas que requieren ayuda, otros pueden vivir de manera independiente. Está considerada dentro de los trastornos de enfermedades psiquiátricas.
No tiene distinciones, pues se presenta en niñas o niños de cualquier nivel socioeconómico, grupo étnico, lugar de procedencia, sexo, religión y otras características y se produce por la confluencia de factores biológicos y ambientales que aún no se han determinado con precisión.
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