Desde el 2020 a la fecha, la , ha instalado 206 Unidades de Vivienda para Refugiados (RHU, por sus siglas en inglés) en distintos centros de salud ubicados en zonas con alta concentración de refugiados en el país y en puntos estratégicos. Durante la pandemia, estos módulos apoyaron al para la respuesta urgente al creciente número de casos de COVID-19 entre la comunidad de acogida y la población refugiada y migrante.

Actualmente las RHU sirven como espacios de triaje, consultorio y atención médica. Estas unidades cuentan con una estructura modular, que puede armarse en pocas horas, adaptable para distintos espacios y escalable a lo largo, alto y ancho para las distintas necesidades. Cuentan además con una lámpara de carga solar que permite su uso sin costo extra, a la vez que reduce el impacto medioambiental.

Más de 500 mil dólares distribuidos en apoyo monetario para personas con graves problemas de salud, permitiendo la atención de 3.200 personas en 2021 y 2.028 personas hasta agosto de 2022.
Más de 500 mil dólares distribuidos en apoyo monetario para personas con graves problemas de salud, permitiendo la atención de 3.200 personas en 2021 y 2.028 personas hasta agosto de 2022.

Las RHU suelen ser utilizadas en campamentos de refugiados en distintas partes del mundo para proporcionar alojamiento seguro a familias refugiadas. En Perú, ACNUR ha redirigido el uso de estas unidades para ampliar las capacidades de atención en los establecimientos de salud, permitiendo alcanzar más pacientes por día.

En el caso de la región La Libertad, recientemente se han donado 16 RHU a cuatro establecimientos de salud tras un acuerdo de cooperación mutua firmado con la Gerencia Regional de Salud (GERESA) La Libertad. Los establecimientos beneficiarán a más de 10 mil personas.

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En la DIRIS Lima Norte, este año se han instalado 33 RHU en 14 establecimientos de salud, entre los cuales están hospitales, centros de salud, centros maternos infantiles y centros de salud mental comunitario.

Estas donaciones se realizan como parte de la contribución de ACNUR al Gobierno peruano y en beneficio de todas las personas que necesiten atención médica, proporcionando infraestructura adecuada y digna, sin importar la nacionalidad o condición migratoria de quienes la requieren.

Además, desde 2020 ACNUR ha apoyado a más de 1.300 profesionales de la salud venezolanos para revalidar sus títulos, pudiendo integrarse en el mercado laboral peruano y aportar su talento y habilidades donde más se necesita, cerrando brechas en el mercado laboral peruano.

El trabajo de ACNUR Perú en salud comenzó en 2020. Perú enfrenta desafíos importantes para responder a las necesidades de la segunda población de refugiados y migrantes de Venezuela más grande del mundo, solo después de Colombia. En un país donde las brechas de acceso a salud han sido exacerbadas por la COVID-19 y aún son un desafío, ACNUR trabaja junto a las autoridades nacionales y regionales y con sus socios para poder atender a la población más vulnerable, tanto peruanos como refugiados, solicitantes de refugio y migrantes.

Para más datos sobre el trabajo de ACNUR en salud:

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