La violencia contra la mujer en nuestro país ha alcanzado grandes dimensiones. Casos como el de han conmocionado a nuestra sociedad y nos permite tener un panorama de cuando podríamos estar en una situación de peligro. Sin embargo, ¿existe una manera de detectar a un posible agresor?

Perú21 conversó con Rolando Pomalima, psiquiatra y especialista de salud mental del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado - Hideyo Noguchi, quien nos dio algunas características que permitirían alertar frente a una posible situación de violencia.

POCA TOLERANCIA

A través de las conductas diarias  podemos observar el desenvolvimiento de las personas en los diferentes aspectos de su vida. Sin embargo, la tolerancia para enfrentarse a determinadas situaciones consideradas estresantes permite observar cómo unas personas son más asertivas que otras. 

Según el especialista, en el caso de los agresores, existe poca tolerancia a la frustración y a las situaciones que escapan de su control.  Una persona con estas características, en tanto, es poco tolerante, impulsiva y reacciona violentamente al entorno y a las situaciones. 

PROBLEMAS CON LAS RELACIONES DE PODER 

Para Pomalima una de las principales características de los agresores es la poca capacidad para manejar el poder lo que los convierte en personas dominantes. Relaciones verticales son por lo general la manera en la que ellos se desarrollan mejor.

Las personas con características violentas que ven menguado este aspecto de sus vidas se muestran inseguras y por consecuencia celosas y altamente agresivas. Estas personas golpean e insultan y, de existir una resistencia del otro lado, desencadenarían situaciones tan terribles como un feminicidio.

"Son personas que tienen prejuicios en torno a conductas autoritario- machistas, a su no aceptación de la igualdad que deberían tener las personas. Estos son temas complejos que están relacionadas a experiencias de vida y lo que hacen es ejercer el poder no a través del diálogo sino de una imposición de una conducta violenta y es a través del miedo y del terror", señala Pomalima.

PREJUICIOS MUY ARRAIGADOS

De la mano con el punto anterior, un agresor suele tener ideas muy sesgadas que, debido a su poca flexibilidad, son difíciles de cambiar. Muchas de estas, lamentablemente, influidas por el machismo.

Según explica el psiquiatra, pensamientos sobre el rol del hombre en la sociedad, la identidad de género o la igualdad no son bien manejados por estas personas..

NO CAMBIAN

Cabe mencionar que, según estudios realizados, las personas que han evidenciado este tipo de comportamientos durante sus relaciones y, teniendo en cuenta su poca flexibilidad de pensamiento, no cambian su comportamiento futuro.

"Hemos hecho varios estudios, uno de ellos muy interesante que se enfoca en el ejercicio de la violencia en jóvenes que no tienen una relación de convivencia sino de enamorados. Estos varones que son poco tolerantes, poco flexibles con tendencia autoritaria y machista, a la larga no cambian", acotó el psiquiatra.

Por ello, el especialista recomienda que si se observan este tipo de conductas se tome una decisión clara respecto a la continuidad de una relación o la cercanía con estos individuos. Asimismo recomendó apoyarse en una salida clínica, si se trata de una afectación a la salud mental, o la búsqueda de protección a través de las diferentes esferas del Estado (Policía, Centros de Emergencia o el Ministerio de la Mujer).