Uno de cada 700 nacimientos, es decir alrededor de 2,500 bebés al año, presenta labio y paladar hendido, según datos del Ministerio de Salud. El costo de una cirugía reconstructiva puede superar los S/1,500, cifra inalcanzable para muchas familias. Estas operaciones son esenciales no solo para la salud física de los niños, sino también para su desarrollo emocional, social y educativo. Una intervención a tiempo puede hacer la diferencia para miles de pequeños, pues esta condición podría afectar su alimentación, habla, audición y salud dental.
Conscientes de esta realidad, Fundación Romero y la Asociación Civil Misión Caritas Felices se unieron en una inspiradora jornada para ayudar a 40 niños de escasos recursos de Piura y zonas aledañas a recuperar la sonrisa. Ellos fueron sometidos a cirugías reconstructivas gratuitas en el Hospital de Apoyo II-2 de Sullana.
La intervención tiene por objetivo transformar la vida de familias que, debido a su situación económica, no han podido acceder a estos procedimientos.
Solidaridad y esperanza
La campaña médica, que se extendió durante varios días, comenzó con una evaluación integral a más de 120 pacientes, tanto niños como adultos, por un equipo multidisciplinario de especialistas en pediatría, cirugía plástica, anestesiología, nutrición, entre otros.
Luego de las respectivas evaluaciones, se seleccionó a los 40 pacientes que cumplían con los requisitos médicos para ser operados.
“Es un privilegio para nosotros seguir trabajando conjuntamente en favor de nuestros niños. Este es el resultado de la unión y trabajo de peruanos en favor de peruanos,” comentó Líssel Krüger, directora general de Misión Caritas Felices. “Gracias al apoyo del hospital, de la comunidad, y de todas las instituciones que sumaron para esta causa. En esta campaña trabajaron los mejores especialistas en el tratamiento de pacientes fisurados”, sostuvo.
Más que una operación
Además del apoyo médico, las familias recibieron un acompañamiento completo que incluyó soporte logístico, alimentación y actividades recreativas. Los beneficiarios también recibieron kits de internamiento preparados por voluntarios de la Fundación Romero, en colaboración con jóvenes universitarios, para hacer su estancia hospitalaria más llevadera.
“Como Fundación, creemos en el poder de las alianzas para transformar realidades,” señaló Martín Pérez Monteverde, director ejecutivo de la Fundación Romero. “El impacto trasciende lo médico: se transforma la vida de familias enteras. Estamos profundamente agradecidos con Misión Caritas Felices y con todos los que hicieron esto posible”,
subrayó.
Con esta acción, la Fundación reafirma su compromiso con las familias peruanas, devolviendo esperanza y sonrisa a quienes más lo necesitan. La iniciativa demuestra, además, que la solidaridad es una fuerza capaz de cambiar vidas.