El gobierno intenta entablar el diálogo con los actores que mueven las movilizaciones. Pero hasta el momento no tiene éxito. ¿Por qué? Todo apunta a que hay una deficiente capacidad para identificar a los rostros detrás de las protestas. De lo contrario, la Dirección Nacional de Inteligencia ya habría, desde hace varias semanas atrás, presentado a la presidenta Dina Boluarte y al premier Alberto Otárola los nombres de los personajes que deben ser llamados a sentarse en una mesa de diálogo.