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UNO DE LOS CASOS MÁS POLÉMICOS DE ESTADOS UNIDOS

Los hermanos que mataron a sangre fría a sus padres: La triste historia de los Menéndez

¿Víctimas o culpables? El complejo caso de los hermanos Menéndez. Aquí te contamos todos los detalles.

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Los hermanos Menéndez siguen recluidos en la cárcel.
Fecha Actualización

La noche del 20 de agosto de 1989, la tranquilidad del matrimonio Menéndez se vio interrumpida por uno de los crímenes más comentados de Estados Unidos

José Menéndez y su esposa Kitty disfrutaban de una noche en su mansión de Beverly Hills viendo una película de forma tranquila. Sin embargo, sin previo aviso, la velada terminó en tragedia cuando ambos fueron asesinados a tiros en su propio hogar.

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José, un exitoso ejecutivo de origen cubano, recibió cuatro disparos, uno de ellos fatalmente en la parte trasera de su cabeza. Kitty, su esposa, fue alcanzada por nueve balas, varias de ellas en la cara y la cabeza. 

Sus dos hijos, Lyle (21 años) y Erik (18 años), aparentemente habían salido esa noche a ver una película de Batman en un cine cercano, regresando justo antes de la medianoche. 

Al descubrir los cuerpos de sus padres, Lyle realizó una llamada al 911 que quedó grabada en la memoria colectiva: “¡Alguien les disparó a mis padres!”, sollozó con desesperación.

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Una investigación que apuntaba al crimen organizado

El caso rápidamente capturó la atención de los medios. José Menéndez era un empresario reconocido en la industria del video y la prensa no tardó en especular que el asesinato podría estar relacionado con el crimen organizado. 

Esta teoría cobró fuerza cuando se reveló que las víctimas también presentaban disparos en las rótulas, un detalle que, según los fiscales, simulaba un ajuste de cuentas propio de la mafia.

Durante los primeros meses, los hijos no fueron considerados sospechosos. De hecho, su comportamiento público generó simpatía, hasta que ciertos detalles empezaron a levantar sospechas. 

Lyle y Erik comenzaron a gastar grandes sumas de dinero de manera extravagante, lo que desató rumores sobre su posible implicación. Además, en el funeral de sus padres, sus actitudes fueron descritas como extrañas por algunos allegados.

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La confesión que lo cambió todo

En marzo de 1990, la policía recibió una pista clave que daría un giro a la investigación. Judalon Smyth, pareja extramatrimonial de L. Jerome Oziel, el psicólogo de los hermanos Menéndez, confesó haber escuchado a Oziel hablar sobre la participación de los hermanos en el crimen. 

Esta información, sumada a las grabaciones de sus sesiones con el psicólogo, fueron presentadas como evidencia en el juicio.

Lyle fue detenido en marzo de 1990, y pocos días después, Erik fue arrestado al regresar de un torneo de tenis en Israel. 

En el juicio, los hermanos alegaron que mataron a sus padres por miedo tras años de abusos sexuales y físicos por parte de José. Sus primos, Andy Cano y Diane Vander Molen, respaldaron sus testimonios, declarando que conocían de estos abusos desde hacía tiempo.

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Juicio y condena

El primer juicio, que comenzó en 1993 y fue televisado, terminó sin un veredicto debido a la división de los jurados. En un segundo juicio, celebrado en 1995, la defensa no pudo profundizar en los alegatos de abuso, y en marzo de 1996, los hermanos Menéndez fueron condenados a cadena perpetua por asesinato en primer grado.

A lo largo de los años, la percepción sobre el caso ha cambiado. Documentales y series como "La ley y el orden: los asesinatos de los Menéndez" han reexaminado la situación desde una óptica más comprensiva, abordando los efectos devastadores de los abusos sexuales en la infancia.

 

El fenómeno social en torno a los hermanos

Décadas después, el interés por los Menéndez ha resurgido con fuerza. Una carta escrita por Erik a su primo cuando tenía 17 años, describiendo los abusos sufridos, ha reforzado la idea de que los hermanos actuaron bajo un trauma profundo. 

Además, nuevas acusaciones contra José Menéndez, incluyendo las de un exmiembro de la banda Menudo, han arrojado más luz sobre su carácter.

Con el reciente estreno de la serie "Monstruos: la historia de Lyle y Erik Menéndez" en Netflix, el debate sobre su culpabilidad y las circunstancias que rodearon los asesinatos ha vuelto a tomar relevancia. 

La historia, ahora también vista a través del prisma del abuso infantil, sigue cautivando a una audiencia que se pregunta: ¿fueron realmente víctimas que se defendieron, o asesinos que buscaron aprovecharse de la fortuna familiar?

 

 

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