El pasado 8 de febrero, vecinos de la plaza Limacpampa Chico, a pocos minutos de la Plaza Mayor de Cusco, hallaron el cuerpo sin vida, al lado de una banqueta, que correspondía a Carlos Alberto Herrera Veramendi, un turista limeño de 26 años que presentaba signos de maltrato físico.
La primera hipótesis de las autoridades era un posible asalto, sin embargo, al revisar las cámaras de vigilancia ubicadas en la calle, se pudo ver cómo el joven limeño era golpeado salvajemente por Luiggi Arthur Peralta Mora, de la misma edad, quien lo petó repetidas veces y le lanzó un tacho de basura antes de huir del lugar, causándole la muerte.
Días después, al capturarlo, el joven reconoció el crimen y este miércoles 22 se dictó 9 meses de prisión preventiva en su contra por la juez Ingrid Farfán, del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Cusco y Paruro.
El riego de fuga y la peligrosidad del sujeto hicieron que la magistrada tome esta decisión. Sin embargo, algo que causó sorpresa fueron los argumentos del imputado, quien indicó que confundió a su víctima con un ‘demonio’.
“Quiero pedir disculpas, estoy muy arrepentido de lo que ha pasado. No me acuerdo nada por la ingesta de alcohol y algunas sustancias, en ese momento pensaba que esa persona era una entidad oscura o un demonio. A esas horas altas de la noche pensé que era un poseído, que no era un ser de aquí”, señaló textualmente.
El asesino, conocido como ‘Qosqoruna’, se desempeñaba como operador turístico informal, así como chamán, cantante, judoka e incluso devoto del Señor de Qoylluritty, según sus redes sociales. El caso en su contra continuará en investigación mientras permanece en prisión preventiva.
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