Brasil se alista para el Mundial de Fútbol que arranca dentro de 11 once días y las trabajadoras sexuales del país tampoco son ajenas a los preparativos, pues ellas también quieren sacar partido a la avalancha de turistas que llegarán por el torneo y que posiblemente soliciten sus servicios sexuales.
En Belo Horizonte (capital del estado de Minas Gerais) se disputarán seis partidos en el estadio Mineirão, que cuenta con un aforo para 64,500 personas. En dicha ciudad trabajan 2,000 meretrices que incluso tomaron clases gratuitas de inglés para ser más competitivas y atender mejor a sus potenciales clientes extranjeros.
«Sin duda alguna se ganará más dinero durante la Copa del Mundo», explicó una mujer que trabaja como secretaria en la Asociación de Prostitutas del estado de Minas Gerais (Aprosmig) al diario británico The Independent, que elaboró un amplio reportaje sobre la veintena de burdeles que hay en la ciudad.
«Es normal que los chicos extranjeros las busquen, siempre lo hacen», agregó.
La prostitución fue legalizada en Brasil en 2000 y es una profesión extendida en el país, indica el rotativo británico, aunque hay ciudadanos que se oponen rotundamente a esta forma de ganarse la vida.
