Estamos ad portas de terminar el año y el descrédito y descalificación del Gobierno está en su pico más alto, a tal extremo que hasta encuestas de poder que se realizan a nivel Latinoamericano ubican a Dina Boluarte en el último lugar de aceptación de su gestión gubernamental. Si se tiene una lectura más objetiva, se puede afirmar, con esta data de la encuestadora internacional CB Consultora, que es la peor presidenta de la región con un 76.4% de valoración negativa, inclusive por debajo del sátrapa de Nicolás Maduro.
Ahora no creo que pretenda descalificar a esta encuestadora internacional y menos elucubrar que le insinuaron pagos para mejorar unos puntos porcentuales en la valoración de su gobierno, porque esa es la realidad: Boluarte y sus aliados en el Gobierno, el fujimorismo, acuñismo y cerronismo, están desacreditados. Sin embargo, ellos están muy cómodos desde el Congreso avalando cada despropósito del Gobierno y cada ley infame que aprueban en el Parlamento para favorecer a la delincuencia y el crimen organizado.
Por cierto, hasta hoy Boluarte no se digna a promulgar la derogatoria de la maldita ley que elimina las detenciones preliminares porque, evidentemente, tiene mucha ropa tendida, empezando por el ventrílocuo de Palacio, que está embarrado en este escándalo de corrupción del programa social Qali Warma. La presidenta no se da cuenta de que lo que está haciendo se llama encubrimiento y obstaculización a la justicia, y le van a pesar estas decisiones que está tomando, todo por proteger a su entorno de ayayeros y oportunistas que hoy tiene hasta de ministros.
O será, tal vez, que hay otro tipo de interés para proteger a Hinojosa, porque recuerden que lo tuvo de jefe de Qali Warma siendo ministra del Midis y hoy es el oficioso traductor de Palacio. Lo evidente es que la venganza es la consigna en Palacio porque, si no, no se entiende por qué este fin de semana ha pasado al retiro a ocho efectivos policiales del grupo de élite Orión de la Dirandro, oficiales especializados en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, de los más destacados, quienes tuvieron que cumplir su trabajo investigando a la organización criminal que lideraba su hermano Nicanor y lograron la captura de Mateo Castañeda, el coetáneo de los Boluarte desde Chalhuanca.
Un dato más para ver el descalabro de este Gobierno: una investigación periodística demuestra que Boluarte no registra actividades oficiales en 106 días de 2024. ¿Qué habrá estado haciendo?